El presidente confirma en público su intención de reunirse con los líderes de los partidos independentistas catalanes, considera que el Gobierno ya ha cumplido con la amnistía y que ya se aplica “a efectos políticos”
Entrevista - Jordi Turull: “El discurso de que si no votas a Pedro Sánchez vienen el PP y Vox no nos impresiona para nada”
“No sé exactamente cuándo, pero me reuniré con los líderes de ERC y de Junts”. Así verbalizó en público este lunes por primera vez el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su disposición a reunirse con Carles Puigdemont, todavía fugado de la justicia española y a la espera de que se resuelva si se le puede aplicar o no la amnistía aprobada por el Congreso. Una amnistía que Sánchez da por cumplida pese a que el Tribunal Supremo intenta precisamente que no beneficie a Puigdemont. La prueba: los recientes acuerdos del PP con Junts.
No es la primera vez que Sánchez afirma su intención de reunirse con Carles Puigdemont. Lo dijo hace ahora un año en una conversación informal con los periodistas en la ‘copa de Navidad’ que se celebra por estas fechas en el Palacio de la Moncloa. Y lo reiteró en el mismo evento hace un par de semanas. Pero no lo había dicho delante de las cámaras en una declaración que quedará ya para la hemeroteca.
La pregunta al presidente se refería expresamente a si se verán antes de que se aprueben los Presupuestos del Estado para 2025. Otra repregunta cuestionaba sobre si el encuentro se producirá sin Puigdemont indultado. Pero la respuesta de Sánchez fue lo suficientemente imprecisa como para no delimitar cuándo se producirá la reunión.
Para lo que sí aprovechó el jefe del Ejecutivo fue para reivindicar la labor de pacificación territorial que, dijo, puso en marcha desde que llegó a la Moncloa en junio de 2018. Y también respondió, de forma indirecta, a las quejas sobre el supuesto incumplimiento de amnistiar a los líderes del procés.
“Nosotros entendemos que la amnistía se produce en el momento en el que ya está avalada por las Cortes Generales”, dijo el presidente. Es decir, que el Gobierno ya ha cumplido con el compromiso que adquirió para que Junts aceptara apoyar la investidura de Pedro Sánchez hace ahora poco más de un año.
“La sociedad catalana y el conjunto de la sociedad española ha pasado página de lo que sucedió en el año 2017”, planteó Sánchez, quien aseguró que “la sociedad española no puede estar constantemente mirando hacia atrás”. El presidente abogó por “mirar hacia adelante”. En ese contexto fue cuando dijo no tener “ningún problema” en acceder a dicha reunión.
Sánchez fue aún más allá al poner de ejemplo de que la amnistía está plenamente vigente los recientes acuerdos del PP con Junts en materia de impuestos. El presidente recordó que los de Alberto Núñez Feijóo convocaron múltiples manifestaciones y concentraciones por toda España para protestar contra la medida de gracia para terminar pactando con sus diputados en el Congreso.
El presidente criticó la “enorme hipocresía” del PP por haberle acusado “poco menos que de perdonar el golpismo del independentismo”. “Y ahora resulta que sacan pecho por coincidir en votaciones”, concluyó.
Este mismo lunes, la mano derecha de Feijóo en el Congreso, Miguel Tellado, advirtió de que el PP está abierto a cerrar más acuerdos con la derecha independentista catalana. Hace dos semanas ya dijo sentirse “muy satisfecho” de esos acuerdos. “Es verdad que hay recelos en el ámbito político en España por las relaciones del PP con Junts, pero residen fundamentalmente en el PSOE, que está tremendamente preocupado”, dijo el portavoz parlamentario en una rueda de prensa, informa Europa Press.
Incluso Vox, cuyos votos fueron imprescindibles para la contrarreforma fiscal, dijo la semana pasada que estaría dispuesto a sumarse a una moción de censura del PP y de Junts contra Pedro Sánchez. “Si Junts. Vox y PP quieren plantear una moción de censura, está en su derecho”, dijo, y añadió no sin cierta sorna: “No sé muy bien cómo lo deben interpretar los votantes conservadores”.
Por eso, según Sánchez, “a efectos políticos” la amnistía “ya se aplica”. Porque a nivel judicial, no. O no del todo. “Se está aplicando por parte del PP” quien “vuelve a votar conjuntamente y a sacar pecho de esos votos con Junts per Catalunya”. “Que el PP y Puigdemont lleguen a acuerdos es un éxito de la ley de amnistía, está bien”, añadió el presidente del Gobierno, quien insistió en poner en valor la “normalización que perseguía la política” con el perdón a los líderes del procés.
“La democracia ya sí es plena, porque efectivamente todos los actores, en términos parlamentarios, están dentro, operando y haciendo política”, concluyó el presidente.
Sánchez dio así respuesta este lunes en su balance de fin de año a las peticiones de Puigdemont para que el Gobierno y el PSOE avancen en el cumplimiento de sus acuerdos de investidura. Este mismo mes de diciembre, el líder de Junts aseguró no tenerle miedo a las urnas, mientras su secretario general, Jordi Turull, dijo en una entrevista en elDiario.es que no les “impresiona” el “discurso de que si no votas a Pedro Sánchez vienen el PP y Vox”.
El líder de Junts se ha entrevistado en múltiples ocasiones con el número tres socialista, Santos Cerdán. También con la vicepresidenta tercera y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Pero, de momento, con nadie de la parte socialista del Gobierno.
Lo que no explicó Sánchez fue cómo va a conseguir aglutinar a todos los socios parlamentarios del Gobierno en los Presupuestos de 2025, máxime después de las fuertes discrepancias ideológicas públicas entre Podemos, por un lado, y Junts y el PNV, por el otro, a cuenta de la política fiscal, con el impuesto extraordinario a las energéticas y las reformas para agilizar los desahucios como principales discrepancias. Sánchez confió en lograr los apoyos para sacar las cuentas públicas de 2025 y mantenerse en el poder hasta 2027. Y quizá más allá: “Con esta oposición, habrá mayoría progresista en las urnas en 2027”.