La historia se remonta a 1969, cuando la familia real británica enfrentaba complicaciones financieras. Connie, con solo siete años, decidió actuar tras conocer la situación. Su carta y el dólar enviado al Palacio de Buckingham reflejan la inocencia infantil y un sentido de comunidad que trasciende fronteras.
El 10 de enero de 1970, Connie recibió una respuesta de la Reina a través de la Embajada de Inglaterra en Lima. Aunque no pudo aceptar el donativo, agradeció el gesto de la pequeña y convirtió este intercambio en un símbolo de conexión entre dos mundos distantes.
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La decisión de Connie de enviar un dólar a la Reina Isabel II fue impulsada por su deseo de ayudar. Tras leer sobre las dificultades económicas que atravesaba la familia real, la niña preguntó a su padre: “¿Qué quiere decir controlar los gastos?”. Esta curiosidad infantil la llevó a actuar, lo que demuestra que la empatía no tiene edad.
El envío del dólar, que costó 23 soles de la época, fue un acto que reflejó la generosidad de la pequeña. En su carta, Connie expresó que “ella (la Reina Isabel II) era mujer y entre todas nos tenemos que ayudar”. Este mensaje de apoyo resonó en el corazón de quienes conocieron la historia.
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La respuesta de la Reina Isabel II llegó dos meses después, informando a Connie que, lamentablemente, las reglas de la monarquía le impedían aceptar regalos de personas que no conocía. A pesar de esto, la carta enviada a la niña fue un reconocimiento a su gesto generoso. “Me han comisionado para informarle que, desafortunadamente, las reglas de la Reina le impiden aceptar regalos”, se leía en la misiva.
El retorno del dólar a Connie no restó valor a su acción. La carta, firmada por Peter Newton, funcionario de la embajada, contenía un agradecimiento por su “buena acción” y mencionaba que se llevaría a cabo un estudio sobre los ingresos de la Reina. Este detalle dejó una huella en la memoria de la familia Odell Paredes.
La Reina Isabel II, quien falleció el 8 de septiembre de 2022, dejó un legado que trasciende generaciones. Su reinado, que abarcó 70 años, estuvo marcado por momentos de prosperidad y desafíos. La noticia de su partida fue recibida con pesar en todo el mundo, incluyendo Perú, donde el presidente Pedro Castillo expresó sus condolencias en nombre del pueblo peruano.
El impacto de la Reina en la historia británica y mundial es innegable. Su muerte fue anunciada con el plan “London Bridge is down”, un protocolo preparado para su partida. Con su fallecimiento, el príncipe Carlos se convirtió en el nuevo monarca, adoptando el nombre de Carlos III y continuando así la tradición de la familia real.
La historia de Connie Odell Paredes y la Reina Isabel II es un recordatorio de cómo los gestos de bondad pueden cruzar fronteras y unir a las personas. A través de una simple acción, una niña peruana logró establecer un vínculo con la monarquía británica, lo que demuestra que la empatía y la solidaridad son valores universales.
Este relato no solo destaca la inocencia de la infancia, sino también la importancia de la conexión humana en tiempos de dificultad. La historia de Connie y su dólar se convierte en un símbolo de esperanza y generosidad que perdurará en la memoria colectiva.