Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos se tensan nuevamente tras el anuncio de una investigación estadounidense centrada en la industria de semiconductores en China. Washington sostiene que Pekín aplica políticas desleales para consolidar su dominio en este sector clave, mientras que China califica la acción como un intento proteccionista destinado a limitar su desarrollo tecnológico.
Según el Ministerio de Comercio de China, estas restricciones no solo representan una amenaza para el comercio bilateral, sino que también afectan las cadenas de suministro globales, lo que perjudicará tanto a las empresas como a los consumidores. Pekín ha advertido que tomará medidas para defender sus intereses y rechaza las acusaciones de Estados Unidos, que señala que los chips chinos representan una "dependencia peligrosa" para la seguridad económica.
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El Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) calificó la investigación de la Sección 301 de la Ley de Comercio como "unilateral y política". En un comunicado, denunció que estas medidas violan las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y buscan obstaculizar el crecimiento del desarrollo tecnológico chino.
Un portavoz del MOFCOM señaló: "China tomará todas las medidas necesarias para proteger sus derechos y mantener la estabilidad de la industria". Además, destacó que las exportaciones de semiconductores de China aumentaron un 20,3% en 2024, lo cual alcanzó un valor de 1,03 mil millones de yuanes (141.110 millones de dólares).
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El gobierno chino también criticó la Ley de Chips de Estados Unidos, que otorga 52.000 millones de dólares en subsidios a empresas estadounidenses, calificándola de contradictoria. Según Pekín, estas medidas refuerzan el proteccionismo en un mercado global ya tensionado por las restricciones comerciales.
La investigación anunciada por Estados Unidos se centra en prácticas que, según Washington, buscan "dominar el mercado global de semiconductores". La Representante Comercial Katherine Tai explicó que estas acciones se dirigen a los semiconductores "maduros", esenciales en productos como automóviles y equipos médicos, y podrían derivar en nuevos aranceles.
Gina Raimondo, secretaria de Comercio estadounidense, señaló que la dependencia de los chips chinos representa una "amenaza para la competitividad y la seguridad económica". Estas tensiones han generado respuestas firmes por parte de China, que recientemente prohibió la exportación de metales críticos como el galio y el germanio, esenciales para la fabricación de chips.