El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, reconoció el lunes que el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en julio en Teherán, fue obra del Estado hebreo, y amenazó con "decapitar" a la cúpula de los rebeldes hutíes de Yemen.
Irán y Hamás atribuyeron a Israel el asesinato de Haniyeh el 31 de julio en la capital iraní, aunque Israel, en guerra con el movimiento palestino en la Franja de Gaza desde octubre de 2023, no se pronunció al respecto.
"Golpearemos duramente a los hutíes, atacaremos sus infraestructuras estratégicas y decapitaremos a su cúpula, tal como hicimos con Haniyeh, (Yahya) Sinwar y (Hasan) Nasralá en Teherán, Gaza y Líbano", declaró Katz.
"A cualquiera que levante la mano contra Israel se le cortará la mano, y el largo brazo de las Fuerzas de Defensa de Israel le golpeará y le hará rendir cuentas", añadió Katz, según un comunicado emitido por su ministerio.
Se trata del primer reconocimiento público de que Israel estuvo detrás del asesinato de Haniyeh en julio en Teherán.
El líder del movimiento libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, que abrió un frente contra Israel en octubre de 2023 en solidaridad con los palestinos, fue asesinado el 27 de septiembre en Beirut.
En respuesta a las muertes de Haniyeh y Nasralá, Irán disparó 200 misiles a principios de octubre contra Israel, que a su vez atacó instalaciones militares iraníes.
Yahya Sinwar, que sustituyó a Haniyeh al frente del movimiento palestino, murió a manos de soldados israelíes el 16 de octubre en el sur de la Franja de Gaza.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, también mencionó el lunes a los hutíes, asegurando haber pedido a las fuerzas israelíes "destruir la infraestructura" de estos rebeldes, que reivindicaron la madrugada del sábado el disparo de un misil balístico que dejó 16 heridos leves en Tel Aviv.
myl-jd/vl/hme/js/hgs/atm