El Gobierno ha prolongado este lunes la situación de "excepcionalidad" del bono social eléctrico, un descuento que se aplica sobre la factura de la luz y que va dirigido a aquellos consumidores con menos recursos económicos o considerados como vulnerables que estén acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
Estos descuentos se fijaron originalmente en el 25% para los consumidores vulnerables y en el 40% para los vulnerables severos; y después se incrementaron hasta el 65% y el 80%, respectivamente.
Dada la evolución de los mercados, el pasado junio se estableció una vuelta a la normalidad progresiva que estaba prevista que terminara en julio de 2025. Desde el pasado 1 de octubre y hasta finales de este año, este descuento pasó a ser del 57% para los consumidores vulnerables y para aquellos severos del 72,5%.
Con la llegada de 2025 y hasta el próximo 31 de marzo, el descuento para los consumidores vulnerables pasaría a ser del 50% y del 65% para el grupo severo. Mientras que del 1 de abril al 30 de junio los descuentos caerían hasta el 42,5% y 57,5%, respectivamente. A partir del 1 de julio de 2025, los consumidores vulnerables tendrían una reducción del 35% en lugar del 25% anterior a la crisis, y los vulnerables severos, del 50% en vez del 40% previo.
No obstante, la norma aprobada esta mañana, da más plazo para realizar este ajuste progresivo, de modo que el bono social alcanzará su nivel "reforzado" de normalidad sólo a partir del 1 de enero de 2026, no antes. Por tanto, a partir de esta fecha, los consumidores vulnerables tendrán un descuento del 35% y los vulnerables severos del 50%.
Asimismo, como parte del esquema de protección, el Ejecutivo ha dado luz verde a mantener un año más la prohibición de interrumpir los suministros básicos de agua, luz y gas para los consumidores vulnerables establecida en 2021.