Este domingo 22 de diciembre de 2024 se registró un feminicidio en Estados Unidos. Eran aproximadamente las 7:30 de la mañana cuando un inmigrante de Guatemala quemó viva a una mujer que viajaba en un vagón del metro de Nueva York. El crimen ocurrió en la estación Coney Island-Stillwell Avenue, en Brooklyn.
Casi 8 horas después del delito, la Policía detuvo al presunto agresor en Manhattan. Según las autoridades locales, el migrante usó un mechero para incendiar la ropa de la occisa. La víctima perdió la vida en el lugar de los hechos. Hasta el momento, se desconoce la identificación de la mujer debido a que su cuerpo se encuentra "totalmente carbonizado".
Tras la divulgación del caso, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, calificó el feminicidio como un "asesinato sin sentido". Asimismo, la autoridad sostuvo que este "comportamiento depravado" no tiene cabida en los trenes subterráneos de la ciudad. "Trabajaremos arduamente para asegurar que se haga justicia para todas las víctimas de delitos violentos", expresó.
La cadena de televisión ABC7 informó que el presunto agresor es un inmigrante de Guatemala que reside en Estados Unidos desde hace varios años. Además de cometer el delito, el migrante de 33 años se quedó observando la escena mientras las llamas consumían el cuerpo de la mujer. Cuando los agentes policiales llegaron al lugar encontraron a la víctima envuelta en fuego. A pesar de los esfuerzos de los oficiales y del personal de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), la mujer falleció en un tren F que se dirigía a la estación de Stillwell Avenue, en Brooklyn.
De acuerdo con Joseph Gulotta, jefe de Tránsito del Departamento de Policía, el sospechoso sería Sebastián Zapeta, quien emigró a Estados Unidos desde Guatemala en 2018. Las autoridades de Nueva York están verificando actualmente los detalles del estatus migratorio de Zapeta. La detención se logró gracias a la colaboración de 3 estudiantes de secundaria que se comunicaron con los agentes tras reconocer al sujeto.
El feminicidio se produjo en un momento de tensión por la cuestión migratoria de Donald Trump. La postura del presidente electo hacia los inmigrantes ha sido consistente y polémica, especialmente en relación con los indocumentados. En la campaña electora vinculó la inmigración ilegal con el aumento de la criminalidad en Estados Unidos. Sin embargo, estas afirmaciones han carecido de pruebas concretas y han generado controversia por su tono generalizador y discriminatorio.
Trump planea implementar la denominada Operación Aurora, un ambicioso programa que pretende realizar deportaciones masivas. Este proyecto incluye la expulsión no solo de inmigrantes indocumentados, sino también de beneficiarios de programas como DACA y Estatus de Protección Temporal (TPS), e incluso residentes legales con Green Card.
Según Trump, estas medidas son necesarias para combatir la violencia que, según él, ha aumentado debido a las políticas migratorias permisivas de la actual administración de Joe Biden y Kamala Harris. También plantea utilizar recursos gubernamentales para eliminar restricciones en lugares sensibles como escuelas, iglesias y juzgados.
