La sidra achampanada se ha convertido en una de las bebidas preferidas en muchos hogares durante las fiestas navideñas, especialmente para acompañar los tradicionales turrones y brindar en las celebraciones. Con un sabor dulce, menor contenido alcohólico (con un máximo de 5,5% de alcohol) y precios más accesibles que el cava o el champán, es una opción popular en muchos hogares. Durante las fiestas, su consumo se multiplica hasta siete veces más que el resto del año.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 13 sidras achampañadas, tanto dulces como semi secas, que se venden en supermercados. El estudio ha puesto de manifiesto notables diferencias de calidad entre las marcas.
Todas las sidras analizadas, incluida una opción ecológica, emplean sulfitos como conservante debido a sus propiedades antioxidantes y conservantes. Sin embargo, el uso excesivo de sulfitos puede provocar reacciones adversas en personas sensibles, como dolores de cabeza o problemas gastrointestinales. También se ha detectado la presencia de ácido sórbico, otro conservante innecesario que puede ocultar problemas en la elaboración.
Un punto importante señalado por la OCU es la falta de información en las etiquetas de las sidras. Actualmente, la normativa no exige que se detalle los ingredientes cuando la bebida tiene más de 1,2% de alcohol, lo que limita la capacidad del consumidor para comparar productos similares. Aunque algunas marcas incluyen un código QR con información adicional, la OCU defiende que esta debería figurar en la propia etiqueta para facilitar la elección del consumidor.
En cuanto al sabor, aunque todas las sidras analizadas aprueban la cata, existen notables diferencias. Entre las mejores, destacaron dos sidras semi secas: Sidra La Petri (precio medio de 2,99 euros) y Sidrallero, marca de Dia (precio medio de 1,60 euros).
La sidra Sidrallero, por ejemplo, destaca por su elevado componente frutal, su dulzor moderado y un ligero toque amargo y astringente. Presenta una espuma abundante y persistente, así como un brillante color amarillo dorado. Sin embargo, el uso de ácido sórbico en Sidrallero es un aspecto negativo en su evaluación. La sidra La Petri, por otro lado, obtiene una segunda posición en la cata debido a su buen equilibrio y la ausencia de conservantes como el ácido sórbico, lo que la hace una opción más natural.
Para conservar y disfrutar de las sidras de la mejor forma, la OCU recomienda almacenarlas en un lugar fresco, seco y oscuro. La temperatura óptima para su consumo es de 8ºC, por lo que se sugiere enfriarlas en la nevera al menos cuatro horas antes de beberlas. Una vez en la mesa, se debe mantener la sidra fresca en una cubitera con hielo y agua. Además, dado su sabor especialmente dulce, las sidras achampañadas combinan idealmente con postres, dulces o incluso quesos maduros.