No se imaginaba Diego Pablo Simeone cuando fue presentado como entrenador del Atlético de Madrid el 29 de diciembre de 2011 que iba a cambiar la historia del club. Aquel día el Vicente Calderón se llenó como si fuera día de partido y no se llenó más porque el club no abrió todo el graderío al público. Simeone era la esperanza de un club que llevaba años a la deriva. Ya se había recuperado del descenso que sufrió apenas cuatro años después de que el Cholo y sus compañeros ganaran el doblete.
Es probable que Simeone tampoco imaginara que trece años y más de 700 partidos después seguiría sentado el banquillo del mismo club que en ese tiempo ha cambiado de estadio, pero no de entrenador.
Simeone llegó a un equipo que dos temporadas antes había ganado una Copa de la UEFA y había perdido una final de Copa del Rey, que todavía era Juan Carlos I, pero que estaba lejos de consolidarse entre los mejores de la Liga y del continente. Ahora el Atlético es líder de la Liga con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona, al que ha recortado diez en solo seis jornadas. Y ha conseguido completar la remontada con una victoria en el estadio del Barcelona, algo que el Atlético no lograba desde 2006 y que Simeone no había logrado nunca como entrenador. A cambio ha logrado dos Ligas, la primera de ellas en el Camp Nou, dos Ligas Europa, dos Supercopas de Europa, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Y ha llevado al Atlético a dos finales de la Copa de Europa que perdió contra el Real Madrid en las dos ocasiones. Pero sobre todo ha conseguido que el club se consolide en la Liga de Campeones y que su pelea con el Real Madrid y el Barcelona no sea una rareza. Desde su primera temporada completa dirigiendo al Atlético nunca ha dejado de clasificar al equipo para la Liga de Campeones.
A pesar de ello, Simeone no cambia el discurso y no quiere hablar de las posibilidades de ganar la Liga. «Son trece años, no voy a cambiar. Hasta el día que me sigan viendo aquí será partido a partido», decía Simeone después de ganar al Getafe hace una semana. Partido a partido, Simeone suma ocho títulos en trece años y se ha convertido en el entrenador que más partidos ha dirigido al Atlético, por delante de Luis Aragonés, y el que más veces ha dirigido al mismo equipo después de superar a Miguel Muñoz.
Simeone sigue haciendo historia hasta dividir la historia del Atlético en dos grandes nombres, Luis Aragonés y él. Luis nunca lo dirigió en su etapa como jugador, pero sí lo dirigió Gregorio Manzano, el entrenador al que sustituyó en el banquillo rojiblanco.
De la plantilla que recogió aquel 29 de diciembre de 2011 ya solo queda Koke. El ahora capitán era un canterano entonces más cerca de salir del club que de continuar. Pero primero Goyo Manzano y después Diego Simeone se esforzaron por que no saliera. Koke y el Cholo han hecho carrera juntos y de la misma manera que el técnico ha superado a Luis Aragonés en los banquillos, Koke ha superado a Adelardo como el jugador que más veces ha defendido el escudo rojiblanco.
«Nuestra confianza en Simeone es total y por un mal resultado no se le puede cuestionar», decía el presidente del Atlético en su tradicional discurso en la comida con los medios de comunicación el pasado martes.
Pero los malos resultados hace tiempo que no visitan al Atlético, que en Barcelona consiguió su duodécimo triunfo consecutivo. «Nobleza y humildad para sufrir y defender a un equipo que juega muy bien», decía después de la victoria ante el Barcelona.