Movimiento Sumar está obligado a reinventarse. La plataforma que encadena una concatenación de desastres electorales y políticos, tras la dimisión de Yolanda Díaz y el "caso Errejón", se prepara ya para su segunda asamblea estatal, a finales de marzo, con el objetivo de rearmarse. Tras la salida de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, se optará por la bicefalia como modelo de liderazgo orgánico, a través de una coordinadora colegiada y paritaria compuesta por dos personas. En un momento de máxima debilidad interna, de desplegará una implantación territorial asimétrica, con el reconocimiento de la posición que ya tienen sus aliados autonómicos en sus comunidades. De este modo, se abandona la pretensión inicial de ser un paraguas de organizaciones, al quitar la cuota del 30% para otros partidos en su dirección que fijó en su primera asamblea y que no se llegó a acometer.
La formación también apostará en materia de alianzas electorales y acuerdos amplios con otros partidos "sin aprioris", pero deja claro su intención, sin prejuicio de otras fórmulas, por configurar candidaturas mediante primarias "con reglas inclusivas y abiertas a la sociedad civil". Así se contempla en la propuesta de ponencia política de Sumar para su nuevo proceso congresual de finales de marzo, que se publicará este lunes para iniciar el debate con sus bases, y que incluye entre las novedades la configuración de una comisión de garantías para dirimir las tareas disciplinarias y conflictos internos.
El documento coordinado por la secretaria de Organización, Lara Hernández, incorpora este órgano de garantías que velará por el cumplimiento de las normas reglamentarias y éticas, así como resolver expedientes sancionadores por faltas graves. Todo ello viene marcado por la dimisión del exportavoz en el Congreso Íñigo Errejón el pasado octubre, que le exigió Sumar tras denuncia por presuntos abusos sexuales.
De cara a esa asamblea de Movimiento Sumar ya avanza que elegirá nuevo Grupo Coordinador (su máximo órgano de dirección) y ejecutiva, pero esta vez se desarrollará mediante la votación de delegados territoriales como los partidos tradicionales, como explican fuentes de Sumar. Por tanto, no habrá votación directa de sus bases como pasó en su primer cónclave de marzo de 20224 y que se resolvió entonces con una participación baja respecto al total de sus inscritos. Sumar encara esta cita congresual con el objetivo de rearmarse políticamente tras los malos resultados del ciclo electoral, afrontar episodios de fuerte tensión con sus partidos aliados y estabilizar un liderazgo orgánico que era interino (con un grupo colegiada formada por cuatro dirigentes: la propia Hernández, Elizabeth Duval, Rosa Martínez y Txema Guijarro) desde que Díaz decidió dimitir como coordinadora de la formación que fundó tras el varapalo de los comicios europeos.
Así, la formación cambia su planteamiento de concentrar su liderazgo a nivel orgánico en una sola figura, como tienen los principales partidos estatales, y apuesta por una bicefalia en la coordinación general, similar al que tienen los 'Comunes' y Verdes-Equo, socios de Sumar en la coalición. Un modelo que también que emula también al escogido por Sumar en sus asambleas de Euskadi y Galicia y que fija para su primera fase de consolidación territorial.
El texto realiza una mención al estatus de Yolanda Díaz como referente político de Sumar, al recalcar que la "reconfiguración" de su liderazgo en torno a su rol de vicepresidencia del Gobierno. También en ese plano se consolida otra bicefalia. Como en la anterior ponencia la elección de la coordinadora general se hará de forma indirecta, detallando será por acuerdo del Grupo Coordinador por mayoría de dos tercios, informa Ep.
A su vez, Sumar desgrana que su despliegue territorial es esencial para crecer y consolidarse, pero consciente de que debe ser en varias fases y atendiendo a las singularidades de cada territorio. Por ejemplo, deja patente que en Cataluña se las personas miembros de Sumar se referencian en los 'Comunes' (uno de sus baluartes desde sus inicios), mientras que reconocen la fuerte implantación territorial y el capital político de sus fuerzas "hermanas" en Madrid (Más Madrid), Valencia (Compromís) o Baleares (Més per Mallorca). Aquí, Sumar no renuncia a desplegar estructura en esas autonomías pero pauta que sus órganos estarán en estrecha coordinación con estos partidos. También desgrana que será "sensible" a todas las confluencias municipalistas ya arraigadas y consolidadas, aunque también marca como meta crear estructura local.
Otro de los aspectos de la ponencia organizativa es la formalización de la mesa de partidos como órgano de relación con sus aliados, para coordinar y dar estabilidad al espacio político, desde relaciones horizontales y en pie de igualdad. De resta forma, suprime ya el modelo anterior que fijaba solo una cuota del 30% en los órganos de dirección a partidos implicados en la construcción orgánica de Sumar, que no se llegó a aplicar y que fue fuertemente contestada por fuerzas como IU. De hecho, ya a nivel autonómico el documento anterior ya se reformuló en la fase de enmiendas para dar más peso a los partidos y aludir a primarias en caso de no haber acuerdo de consenso.
De esta forma, proclama que la mesa de partidos debe respetar "autonomía e independencia" de las organizaciones y será la herramienta básica para cooperar entre aliados desde acuerdos de legislatura. Así, la ponencia se desliza más hacia modelo de coaliciones clásicas. También de forma genérica su deseo de conseguir procesos de confluencia y unificación, además de instar a "cuidar" la coalición Sumar. En el texto no se hace ninguna mención a Podemos tras la ruptura de ambas fuerzas a finales de 2023. Eso sí, la ponencia organizativa expone que Sumar "no solo nombra una fuerza política" o a parte del Gobierno, sino que hace referencia a un espacio amplio traducido en cinco ministerios, un grupo parlamentario y una coalición "político-electoral, a la que el tiempo ha dado forma y contenido más allá de sus propias expectativas marcadas en origen".
"Movimiento Sumar no solo somos una pieza más de este puzzle, asumimos el firme compromiso y voluntad de trabajar en horizontalidad y coordinación con el resto (...) ahonda el documento en una mención que reivindica su marca. Precisamente IU ya reclamó un cambio de nombre de la confluencia al argumentar que es un error político que coincida con el de Sumar. También reivindica que su compromiso por las alianzas que transciendan lo electoral es lo que le diferencia de otras fuerzas del espacio, dado que forma parte de su "ADN", y por ello buscará fraguar coaliciones que permitan obtener resultados óptimos en comicios.
Otros elementos de la ponencia es consagrar la doble militancia (permitir afiliados de otros partidos) y que la cuota de sus miembros será de 5 euros mensuales, que será reducida a 2 euros para colectivos en situación de vulnerabilidad. Recalca que los mayores de 16 años podrán ser miembros de Sumar y especifica que a pesar de que los menores de 18 años jurídicamente no pueden afiliarse a una organización política, habilitarán fórmulas de participación en el Espacio joven de Sumar a partir de los 14 años.