El momento más esperado por todos los trabajadores es el día de cobro. En esa fecha el trabajador recibe la cantidad económica correspondiente a los servicios que realiza. La nómina es el documento que detalla todos los detalles del salario. En ella no se expresa únicamente la cantidad de dinero que recibe el trabajador, sino también otros aspectos de vital importancia como las retenciones de Hacienda y la Seguridad Social, además de muchos datos más.
Los trabajadores pueden pedir, y deben, solicitar mensualmente dicha nómina para comprobar que todos los datos son correctos. Este derecho viene recogido en el Estatuto de los Trabajadores, concretamente en el artículo 29 del mismo. Conocer y comprobar que todos los datos que aparecen están bien es vital para saber si la empresa o institución está realizando correctamente este trámite. Alguna equivocación puede, incluso, llevar a problemas con Hacienda. La mayoría de errores son humanos, muchos de manera involuntaria, pero conviene estar al tanto para poder revertirlos con la mayor brevedad posible.
El salario que reciba un trabajador depende de varios puntos clave, que dependiendo su categoría cambia el importe considerablemente. Estos conceptos que van por categoría son dos, suelen aparecer en lo más alto de la nómina, y establecen el perfil del trabajador, lo que influye en su sueldo. Categoría y sueldo están directamente relacionados, a mayor categoría, mayor sueldo. Como se mencionó anteriormente, en muchas ocasiones el error es humano, en cambio, a veces, las empresas clasifican al trabajador en una categoría menor para pagarle menos. Los dos conceptos a vigilar son los siguientes:
El grupo de cotización de un trabajador marca el rango en el que se encuentra dentro de la escala de trabajadores. Depende de varios parámetros como el nivel de estudios o la edad y marcan el sueldo del trabajador. El más bajo dentro de los profesionales siempre es el de los menores de edad, sea cual sea su categoría. El más alto es el de los ingenieros y licenciados. Por debajo se encuentran múltiples categorías más hasta llegar a los peones.
Esto se debe vigilar detenidamente, tanto a la hora de firmar el contrato como al recibir la nómina, ya que es bastante habitual que a trabajadores licenciados se les ponga la categoría de no titulados, aspecto que ahorra un dinero a la empresa correspondiente
El segundo aspecto que se debe vigilar es la antigüedad en la empresa. Según aumente el tiempo que un trabajador lleve dentro de la empresa, el sueldo también lo hace. Los convenios establecen esas subidas en cada entidad. Es importante vigilar este convenio, ya que puede ayudar tanto a nivel económico y también de condiciones laborales. En la mayoría de ellos, la retribución por antigüedad suele modificarse cada tres años, aunque cada entidad es un mundo.
