Manolo González, entrenador del RCD Espanyol, lamentó las ocasiones que tuvo su equipo en el partido de este domingo ante la UD Las Palmas, antes de que lo decidiera Sandro Ramírez en el minuto 67 con un lanzamiento de falta directa (1-0).
El técnico visitante dijo en la conferencia de prensa posterior al encuentro que si perdonan fuera de casa como lo hicieron en las oportunidades de Javi Puado, en la primera parte, o de Antonio Roca, en la segunda, "es complicado", y subrayó que el resultado normal de este partido era "un empate" porque no fueron inferiores a su rival.
Además, indicó que "hay cosas que empiezan a molestar", en referencia al arbitraje de César Soto Grado, con los criterios "que no son normales" en cuanto a faltas señaladas, pérdidas de tiempo o protestas.
También se quejó, como hizo el capitán Javi Puado al término del partido, de la colocación de la barrera, "muy alejada", en el gol que convirtió Sandro Ramírez.
"Llega el gol y te vas para casa con cara de imbécil; que no hayamos puntuado aquí es una cosa alucinante, porque el equipo ha competido bien", apostilló.
Además, , expresó su malestar con la actuación arbitral de César Soto Grado. González criticó los criterios aplicados por el árbitro en varias facetas del juego, incluyendo el señalamiento de faltas, la gestión de las pérdidas de tiempo y las protestas de los jugadores. El técnico señaló que estas decisiones comenzaron a generarle una notable molestia, pues percibió una falta de consistencia que, a su parecer, afectó el desarrollo normal del encuentro.
Durante esta interacción con los medios, un momento particularmente tenso se produjo cuando un periodista de TVE en Canarias sugirió que, según había entendido de los comentarios de González en catalán, la culpa de la derrota podría atribuirse al arbitraje. La respuesta de González no se hizo esperar y fue contundente: aclaró que el periodista no había comprendido correctamente sus palabras. “No has entendido bien el catalán, ¿no?”, replicó González.
A lo que el periodista contestó: "No, gracias a Dios"
Además, González ha asegurado que el trato con el club en el día a día es "cercano y normal", por lo que no teme por su puesto, y está únicamente centrado en revertir la situación de su equipo, que cierra el 2024 en puesto de descenso, aunque a solo un punto del Getafe, que marca los puestos de permanencia.
"Si el equipo estuviera muerto o se dejase ir, no haría falta que el club me dijera nada, pero no es así; estamos capacitados para sacarlo adelante y con esto vamos a ir hasta el final", concluyó.