A un solo minuto se quedó la SD Huesca de celebrar la quinta victoria. Quizás fue menos tiempo. Ya que en la última acción del encuentro un zurdazo del lateral del Levante UD truncaba el sueño. Igualaba el 0-1 que había puesto Patrick Soko, pero no empañaba el esfuerzo de todo el equipo, no solo en el Ciutat de Valencia, sino durante todo el mes de diciembre, en el que los de Hidalgo han rozado la excelencia, perdonando únicamente dos puntos, los que se escaparon en el descuento. Ahora es tiempo de descanso para los azulgranas, que tendrán vacaciones de Navidad hasta el próximo día 30.
Ya sobre el papel era ambicioso el cometido de la SD Huesca, conseguir la quinta victoria consecutiva en un estadio en el que el Levante había puntuado en todos sus enfrentamientos. Hidalgo tenía que adaptar su pizarra a las ausencias obligadas de Pulido y Loureiro por acumulación de amarillas, que se sumaban a las de los lesionados Javi Pérez, Hugo Vallejo y Ayman. Así, Diego González, Rubén Pulido y Toni Abad en defensa, y Sergi Enrich en la punta de ataque eran las novedades del once azulgrana respecto al equipo que apenas tres días antes había logrado la victoria en El Alcoraz. Y nuevamente, el equipo volvió a hacer un partido más que serio.
Fue el Levante el que hizo valer su condición de local y cogió la iniciativa en el partido, sin llegar a inquietar en exceso la portería de Dani Jiménez, que volvió a mostrarse muy seguro en sus intervenciones. Un disparo de Carlos Álvarez ajustado al poste que se quedó el guardameta fue una de las más claras, cruzando el minuto 21. También tenían las suyas la SD Huesca sobre la portería de Andrés Fernández, como un centro de Kortajarena que a punto estuvo de envenenarse sin que nadie lo empujara, o un disparo de Soko que detuvo el guardameta, tras llevarse un duelo en carrera. Precisamente sería esa el aviso del camerunés, que minutos después, ya al borde del tiempo reglamentario, no perdonó.
El camerunés se consolida como uno de los jugadores más en forma de la categoría, anotando por cuarta jornada consecutiva. Aprovechaba esta vez el gran pase que le ponía Javi Hernández entre la defensa para plantarse ante Andrés Fernández y batirle por debajo de las piernas. Los oscenses repetían el guión que les había llevado a sumar cuatro triunfos consecutivos, ahora tocaba calcar el desenlace.
Todavía con 45 minutos por descontar y un rival con muchos recursos, afrontó la SD Huesca la segunda parte. Tocó ponerse el traje de cota malla para frenar las inevitables embestidas locales. Sostenidos por un par de intervenciones decisivas de Dani Jiménez, fueron avanzando los azulgranas hacia el final del encuentro. Los diez minutos finales se tornaron correcalles, no apto para cardiacos, con los locales buscando los puntos con intensidad, y los de Hidalgo buscando aprovechar cada desajuste, y cuando parecía que no iba a ser necesario, un zapatazo de Andrés García se colaba por la escuadra, en la última acción del partido, a mono de jarro de agua fría para el increíble esfuerzo del conjunto oscense.
