'¿Debe uno levantarse del asiento tras los 30 primeros corredores de una carrera de velocidad de Copa del Mundo? Pues la historia nos dice que es muy habitual que esquiadores con dorsales muy altos acaben dando algún campanazo.
Uno de los más recientes fue el norteamericano Bryce Bennett, quién el año pasado se llevó la victoria de Val Gardena pese a salir con el dorsal 38. Cuando Aamodt Kilde ya saboreaba las mieles del éxito ese día, el estadounidense dio la sorpresa superando por tres centésimas al noruego.
Pero sin duda alguna el mayor campanazo de la historia de la Copa del Mundo de esquí alpino lo dio Markus Foser, un corredor de Liechtenstein que se llevó la victoria también en Val Gardena cuando prácticamente ya se estaba preparando la ceremonia de entrega de premios.
Sucedió en ...'