Desde tiempos inmemoriales, en la cultura popular española hemos hecho bromas -y no tan bromas- sobre la rivalidad con Francia y un presunto odio entre sendos países vecinos. Puede que históricamente haya motivos para hacer real esa enemistad, aunque también ejemplos de lo contrario, pero es en el día a día donde hallamos las diferencias que más nos separan. Al menos eso es lo que ha querido transmitir la usuaria de X (Twitter) @AlbaGonzlezSnc2, una española residente en Francia, que se ha hecho viral contando los motivos por los que se ha ganado el hate de sus amigos y vecinos. La mayoría de las disputas que describe son gastronómicas porque, al parecer, tenemos algunos hábitos que les ponen de mala leche. Cuenta la tuitera que, entre otras cosas, se echan las manos a la cabeza si la 'sartén de los crepes' se usa para otro cometido. «La sartén de crepes es una institución sagrada aquí en Francia cualquier agravio está castigado con pena de guillotina», ironiza. Relata que también nos odian por «por untar el paté en el pan. El paté no se unta sino que se pone un trocito sobre el pan delicadamente. Más allá de eso es vicio y perversión », cuenta. Más motivos para su desprecio son «rellenar el croisant con jamón y queso» o tomar el queso como aperitivo en lugar de previo al postre. Y así, hasta 15 motivos que incluyen comer más que un hombre o enseñar el ombligo: Francia es, en palabras de la española residente allí y autora del hilo, un país «gordofóbico» en el que está mal visto que la mujer coma mucho y enseñar el obligo es una «falta de respeto». El hilo acumula cerca de seis millones de interacciones no sólo comentando los motivos del 'odio' que expone su autora sino añadiendo algunos más tras experiencias vividas en Francia.
