La historia de Edward Doheny es un relato de ambición, éxito y escándalos. Nacido en 1856, desde sus humildes inicios hasta convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo, su vida estuvo marcada por la búsqueda de fortuna en el sector petrolero. Sin embargo, su ascenso no estuvo exento de controversias y tragedias que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria.
Con una visión audaz y un espíritu emprendedor, logró establecerse como un pionero en la extracción de petróleo en Los Ángeles, convirtiéndose en un referente en la industria en Estados Unidos. Sin embargo, no fue hasta el año 1900 cuando viajó a América Latina en busca de petróleo que su vida cambió.
La fortuna de Doheny se construyó sobre la explotación de los vastos recursos petroleros de México, pero su legado se vio empañado por un escándalo que sacudió tanto su reputación como la industria. A medida que su imperio crecía, también lo hacían las controversias en torno a sus prácticas comerciales y su relación con el gobierno mexicano.
En 1901 en México, con una inversión inicial modesta, Doheny logró establecer la Pan American Petroleum Company, que rápidamente se convirtió en un actor clave en la extracción de petróleo en el país.
A medida que la demanda de petróleo aumentaba, Doheny vio crecer su fortuna de manera exponencial. Sin embargo, su éxito atrajo la atención no solo de inversores, sino también de las autoridades. En 1920, se desató un escándalo relacionado con la construcción de la "Casa de los Azulejos", un lujoso edificio en la Ciudad de México que se convirtió en símbolo de su riqueza. Las acusaciones de corrupción y sobornos a funcionarios públicos mancharon su reputación y llevaron a una serie de investigaciones que pusieron en jaque su imperio.
En adición a esto, la vida personal de Edward Doheny estuvo marcada por la tragedia. La muerte de su hijo, quien falleció en circunstancias misteriosas, afectó profundamente al magnate. Este evento trágico, sumado a las controversias en torno a su negocio, generó un ambiente de tensión que lo acompañó hasta el final de sus días.