“El encuentro al que concurrimos hoy con espíritu fraterno es testimonio de que la colaboración y la unión de esfuerzos, que nos permiten alcanzar objetivos grandes y valiosos”, dijo la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, a las más de 35 mil personas presentes en el Estadio Nacional para ser parte de “Oda a la Fraternidad”, protagonizada este sábado por la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y el Coro Sinfónico Universidad de Chile.
Así, la Rectora de la Casa Bello entregó palabras de agradecimiento a: “Todas las personas, así como a las organizaciones privadas y públicas, que en un gesto solidario extendieron su mano, ofrecieron sus capacidades y recursos e hicieron posible que hoy estemos reunidos aquí. En su permanente esfuerzo por ser verdaderamente de Chile, nuestra universidad trabaja para aportar desde su misión a un diálogo amplio que permita trazar caminos comunes para fortalecer los valores democráticos“.
“Este concierto es un símbolo de esa voluntad y esperamos sea fuente de esperanza, la que debe transformarse en un deber que nos mueva y nos oriente. Lo que tenemos en común es más fuerte y es más precioso que nuestras legítimas diferencias”, destacó la Rectora Devés.
Este concierto sinfónico, el más grande en la historia de la música, trajo de vuelta después de más de 35 años a la Sinfónica de la Universidad de Chile al coliseo deportivo. La última presentación deta del retorno a la democracia, cuando se invistió a Patricio Aylwin como presidente de Chile el 12 de marzo de 1990.
En la instancia, el Presidente Gabriel Boric, afirmó en el Estadio Nacional que “la música, el deporte, la cultura, las celebraciones y también la memoria son la esencia de este espacio y son lo que desde las diversas instituciones del Estado queremos promover. Agradezco a la Universidad de Chile, la casa de estudios de todo el país, y la Rectora Rosa Devés por esta iniciativa“.
“Como Presidente de Chile y patrono de la Universidad de Chile, me siento tremendamente orgulloso de que podamos compartir juntos y juntas este momento. Que lo mejor de la cultura, de nuestra gente, de nuestro pueblo y de nuestros artistas esté al alcance siempre de todas todos, sin importar origen ni tamaño de la billetera”, aseveró.
La directora del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, Dominique Thomann, manifestó estar “muy emocionada de estar en este momento, que hemos preparado con mucho cariño en pos de poder acercar y de dar acceso a la cultura a través de la música. Sabemos que este concierto les llenará el corazón”.
Por su parte, el director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Rodolfo Saglimbeni, señaló que “esta oportunidad que se nos ofrece de presentar esta magna obra ante este gran público”.
“Creo que la Universidad de Chile nunca ha sido más de Chile que en estas actividades”, agregó por su parte el director del Coro Sinfónico, Juan Pablo Villarroel.
Cabe destacar que la Novena Sinfonía de Beethoven fue interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, bajo la batuta de su titular, Rodolfo Saglimbeni. Junto a este elenco, las voces de la pieza estuvieron a cargo del Coro Sinfónico Universidad de Chile, dirigido por Juan Pablo Villarroel, además de las destacadas voces solistas de Andrea Aguilar, soprano; Evelyn Ramírez, mezzosoprano; Patricio Saxton, tenor; y Patricio Sabaté, barítono.
Otro de los hitos de la jornada fue la participación de los 70 integrantes de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana y los 40 miembros del Coro de Estudiantes de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (Foji), quienes abrieron el espectáculo con un nutrido repertorio que incluyó obras como la Marcha Triunfal, de la ópera Aida de Giuseppe Verdi, y Aleluya, de El Mesías de George Frideric Handel.
Tomás Bustamante, integrante de la Foji, calificó como emocionante abrir un evento como éste: “Es un halago que nosotros podamos hacerlo. Me parece una buena oportunidad por parte de la Universidad de Chile (…) el hecho de que se le otorgue la posibilidad gratuita a las personas, algo que se aprecia bastante”.
“Este es un espectáculo bien especial, es un concierto sinfónico. Es una oportunidad única, y es súper bueno que uno pueda venir en familia. Espero que esto siga sucediendo. Mi expectativa es sobre todo que le guste a mi hijo, porque cuando estaba embarazada escuché música clásica, entonces quiero que la reconozca”, señaló a la llegada del evento Deysi Loncón.
“Me enteré por la televisión y dije: tengo que estar ahí”, señaló Elsa Muñoz.“Encuentro que es una maravilla que llegue la cultura más al pueblo, porque a veces es por economía y por tiempo que la gente no puede asistir a un espectáculo así de grande”, agregó.
Fabiola y Jorge, que llegaron desde Lampa al recinto deportivo, son fanáticos de la música, “sobre todo si es sinfónica, si es coral. Siempre estamos asistiendo a este tipo de eventos”. Fabiola releva que este tipo de actividades sea gratuita y masiva, y que luego “todo el mundo tenga la posibilidad de escucharla, entenderla, comprenderla, ver cómo se compone y cómo se llega a todo eso”.
Para Jorge, “los jóvenes necesitan estar escuchando y tener acceso a este tipo de eventos para poder motivarse y ver que hay otras posibilidades. Que no solamente tienen un teatro cerrado, sino que tienen un mundo de posibilidades para poder seguir formándose”. Finalmente, destacaron la “posibilidad de que orquestas nacionales sean visibles y que la gente tenga las ganas de venir, escuchar y de disfrutar”.
El evento, que pudo ser seguido en vivo y en directo por las pantallas de TVN, se realizó a partir de una alianza entre instituciones públicas y privadas. Oda a la Fraternidad contó con el apoyo del Instituto Nacional del Deporte, Metro de Santiago,TVN, Bizarro Live Entertainment, Puntoticket y la Ilustre Municipalidad de Ñuñoa.