El Estado Islámico (Daesh, Isis), en un nuevo ejercicio de hipocresía e impotencia, critica a los medios de comunicación por haber centrado la atención en la terrible prisión siria de Saydnaya, mientras olvidan las otras cárceles similares que hay en otros países que retienen a militantes de su grupo. Por culpar, cargan las tintas contra los que no han liberado los campos de Al Hol y Ghwairan, vigilados por los kurdos, cuando, en teoría, era una misión que le correspondía al propio Isis, que podía haberse aprovechado, de gozar de cierta operatividad, cuando el régimen sirio de Assad se descomponía. Sencillamente, como le afean sus críticos, no han podido hacer nada, pero la culpa es de otros.
“La gente de los medios de comunicación ha jugado el papel de asombrados y conmocionados por las tragedias de Saydnaya, de cuya existencia sabían hace años. ¡Como si los crímenes de los cristianos frente a las pantallas fueran menos atroces que sus crímenes en los sótanos de las cárceles!”, señalan.
“Dado que el apetito de los medios de comunicación está abierto a las tragedias del dolor y las lágrimas de sus corresponsales son abundantes (...) ir a las sucursales de Saydnaya en Líbano, Jordania y Turquía, todas las cuales están cerca”. “Más bien, vayan a las sucursales de Saydnaya que llenan Irak, donde los islamistas son sometidos a las formas más horribles de tortura y muerte lenta”.
“Id al “”Saydnaya más cercano en Siria, a los campos de Al-Hol y Ghwairan, donde se mantienen miles de yihadistas, inmigrantes justos y sus familias puras que han luchado por las riquezas de Siria desde los primeros días de la revolución y efectivamente derrocaron al régimen”. ¡Cada país tiene un tirano, y cada tirano tiene un Saydnaya! ¡Pero es charlatanería global e hipocresía global”, subrayan.
Recuerdan que “hace unos días, un senador estadounidense dijo: "Debemos asegurarnos de que casi 50.000 prisioneros no sean liberados del Estado Islámico en el norte de Siria", y señaló que su fuga "será una pesadilla para Estados Unidos". Esta "pesadilla" no persigue solo a la América cruzada, sino que también persigue a sus lacayos”.