La administración de Trump propone un enfoque más riguroso en política migratoria, contemplando la concesión automática de Green Cards a graduados internacionales y un sistema de visas basado en el mérito. Estas iniciativas tienen como objetivo maximizar el talento de inmigrantes calificados y fortalecer la economía de Estados Unidos.
Además, se prevén restricciones más severas en la migración irregular, así como evaluaciones ideológicas para los migrantes regulares, lo que refleja un cambio hacia una política más restrictiva y centrada en la seguridad.
Una de las propuestas más destacadas de Trump es la concesión de Green Cards automáticas a estudiantes internacionales que finalicen sus estudios en universidades estadounidenses. Según se detalla en The All-In Podcast, los graduados recibirán su Green Card al momento de obtener su diploma, aplicándose a programas de dos años y estudios avanzados. Esta medida busca incentivar la permanencia de talento calificado en el país, facilitando su integración al mercado laboral estadounidense.
La administración entrante planea reemplazar el actual sistema de lotería de las visas H-1B por un modelo basado en el mérito. Estas visas, que permiten a profesionales extranjeros trabajar en EE.UU., priorizarán a aquellos con amplia experiencia y especialización en sectores estratégicos como tecnología y ciencia. Con esta reforma, se busca maximizar el impacto de estos trabajadores en áreas clave para la economía, asegurando que los recursos humanos más capacitados contribuyan al desarrollo del país.
El programa EB-5, que permite a extranjeros obtener residencia permanente mediante inversiones que generen empleo, se mantendrá bajo la administración de Trump. Este programa, vigente desde 2022, requiere una inversión mínima de US$1.050.000 o US$800.000 en proyectos en áreas rurales o de alto desempleo, además de la creación de al menos 10 empleos permanentes. La continuidad de este programa busca atraer capital extranjero y fomentar el desarrollo económico en zonas desfavorecidas, alineándose con la estrategia de Trump de revitalizar la economía local.
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Trump también planea implementar medidas más restrictivas en el ámbito migratorio, que incluyen deportaciones masivas de inmigrantes en situación irregular y una "evaluación ideológica" para migrantes regulares. Estas políticas refuerzan un enfoque centrado en la seguridad nacional, priorizando la contratación de ciudadanos estadounidenses y limitando el acceso a la ciudadanía por nacimiento. Este cambio en la política migratoria refleja una postura más dura y un deseo de controlar la inmigración de manera más efectiva.
Con estas reformas, la administración de Donald Trump busca transformar el panorama migratorio de Estados Unidos, priorizando la seguridad y la economía, mientras se enfrenta a un debate nacional sobre la inmigración y sus implicaciones para el futuro del país.
