El anuncio sobre el incremento del salario mínimo en el Perú ha captado la atención de trabajadores y economistas. La presidenta Dina Boluarte revelará la decisión final, que se espera con ansiedad, ya que la remuneración mínima vital se mantiene en S/1.025 desde mayo de 2022. La inflación y el aumento del costo de vida han generado la necesidad de revisar esta cifra, que ha permanecido sin cambios durante más de dos años.
La última modificación del sueldo mínimo se realizó durante el gobierno de Pedro Castillo, y desde entonces no ha habido cambios. La expectativa por el anuncio de la presidenta Boluarte no solo afecta a los trabajadores, sino también a la economía nacional en su conjunto.
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El presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, se pronunció sobre la posibilidad de un aumento del sueldo mínimo durante la presentación del informe de inflación 2024. Velarde instó a la cautela al abordar este tema, señalando que, aunque el sueldo mínimo no es bajo en comparación con el promedio de ingresos, el principal obstáculo para un aumento es la productividad. Más de la mitad de la población gana menos que el sueldo mínimo, lo que refleja una disparidad en la distribución de ingresos.
Velarde advirtió que un aumento significativo del salario mínimo podría tener efectos adversos en la economía, especialmente en el sector informal. Un incremento excesivo podría desincentivar la formalización de empresas informales y obligar a las empresas formales a reducir contrataciones o a ofrecer salarios más bajos en puestos menos productivos.
El ministro de Trabajo, Daniel Maurate, comunicó el 18 de diciembre Canal N, que el incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) será oficializado la próxima semana, en línea con lo señalado por la presidenta Dina Boluarte. Maurate destacó que este aumento se aplicará con responsabilidad y que la presidenta ha escuchado a todas las partes involucradas.
También señaló que las pequeñas y medianas empresas suelen ofrecer salarios superiores a la RMV, pero las microempresas, que generalmente pagan el salario mínimo, enfrentan dificultades para formalizarse, lo que requiere que el incremento sea equitativo.
El impacto de un aumento en el sueldo mínimo es un tema de debate no solo para trabajadores y empleadores, sino también para expertos económicos. Durante la misma presentación, Velarde revisó al alza las proyecciones de crecimiento económico del Perú para 2024, elevando la estimación de 3,1% a 3,2%.
Sin embargo, mostró preocupación por el comportamiento de la inversión privada, que ha tenido un desempeño más débil de lo esperado. La inversión minera, por ejemplo, ha caído más de lo proyectado, lo que ha llevado al BCRP a ajustar sus expectativas de crecimiento para este sector.
A pesar de que se espera una recuperación de la inversión privada en 2024, la disminución de la inversión residencial sigue siendo un factor que afecta el desempeño de la economía. Se anticipa un crecimiento más fuerte en el sector no residencial, lo que sugiere que el crecimiento de la economía peruana en 2024 se mantendría estable, pero con retos significativos que podrían influir en la capacidad del país para absorber un aumento del sueldo mínimo sin afectar el empleo y la competitividad.
