La portavoz adjunta del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, ha manifestado que España vive «una fase prácticamente de delirio agónico del sanchismo». Así lo señalado en relación a las declaraciones del presidente del Gobierno, que cuestionó «quién va a pedir perdón» al fiscal general del Estado tras no aparecer en su teléfono móvil mensajes relacionados con la investigación por fraude fiscal a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. «Después de que hayamos sabido que ha borrado pruebas, ha salido a decir que pidamos perdón por borrar pruebas, es decir, por presuntamente cometer un delito de obstrucción a la justicia. Son declaraciones que dejan en evidencia hasta qué punto el presidente del Gobierno ha perdido el sentido de la realidad», ha subrayado en declaraciones recogidas por Ical. Así se ha pronunciado a su llegada a la celebración de comida navideña del PP de León, acompañada de la presidenta provincial y vicesecretaria de Sanidad y Educación, Ester Muñoz. Álvarez de Toledo ha recalcado que el PP va a trabajar «para que se recupere la racionalidad, la cordura y algo muy importante, que es una convivencia entre españoles, que se recupere la conversación pública, la convivencia, la trama de afectos que es España». «Desde León, desde esta ciudad maravillosa, acompañada por un gran partido y por su maravillosa presidenta, vamos a reafirmar ese mensaje de esperanza a todos los españoles y de fuerza de cara al importantísimo decisivo año que empezamos», ha subrayado antes de señalar que el sanchismo «lo que hace es abonar una vieja idea de que España está condenada a repetir sus fracasos históricos, de que solamente podemos hacer ser aquello que los odiadores de España quisieran que fuéramos, es decir, un duelo a garrotazos«. »España será lo que los españoles juntos decidamos que sea y esa es la gran tarea histórica del Partido Popular», ha apuntado la portavoz adjunta del Grupo Popular en la Cámara Baja, para quien «en estos momentos» se vive un proceso de «profunda degradación de las instituciones, de degradación democrática, incluso una deriva desquiciada antidemocrática encabezada por el presidente del Gobierno».
