Thomas Schmidt, originario de Hamburgo, Alemania, lleva un mes en Perú y en una entrevista reciente reveló que este es su primer viaje a un país sudamericano. A través del canal de YouTube de Modesto Montoya, compartió sus primeras impresiones sobre Lima, destacando las diferencias culturales y de estilo de vida. Schmidt hizo énfasis en el tráfico de la ciudad, las variaciones en la puntualidad y la rica diversidad de la gastronomía peruana.
El contraste entre Europa y Sudamérica ha sido notable para Thomas, especialmente en términos de tráfico y organización urbana. "En Alemania, todo está muy regulado; no puedes simplemente construir una escalera donde desees como he visto aquí en Perú, ya que todo está sujeto a reglas y leyes", explicó. En cambio, señala que fuera de Alemania, muchas cosas parecen ser más "caóticas".
En cuanto al transporte, el alemán se sorprendió por la forma en que operan los autobuses y motociclistas en Perú. "Aquí puedes hacer lo que quieras. Los autobuses son probablemente más viejos que yo y simplemente anuncian a dónde van antes de que te subas o los detengas para subir y bajar donde te convenga. Eso en Alemania no existe, así que cualquiera que haga eso perdería su trabajo o su licencia de conducir", comentó. Esta dinámica es completamente distinta a la de su país natal, donde el transporte público se rige por normas estrictas.
"Lima es una ciudad mucho más grande que donde vivo. Por ejemplo, aquí puedes conducir una hora y media y sigues estando en Lima, mientras que en Hamburgo, de donde soy, conduces dos horas y ya estás en Dinamarca. Es una locura. Pensaba que vivía en una ciudad grande, pero ya no lo creo", añadió.
A pesar de las diferencias culturales, Thomas se ha sentido bienvenido en Perú. "De hecho, todos han sido siempre hospitalarios y dispuestos. Hasta ahora no he conocido a nadie desagradable", menciona con gratitud. Este espíritu acogedor, característico de los peruanos, ha sido uno de los aspectos que más ha disfrutado durante su estancia.
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Uno de los aspectos más destacados para Schmidt ha sido la gastronomía peruana. "La comida peruana es excelente, al igual que el café; no he encontrado un mal café en ningún lugar", resaltó. Sin embargo, tuvo una experiencia menos satisfactoria en un restaurante alemán en el país, algo que él toma con humor y perdonó fácilmente.
Thomas también compartió sus observaciones sobre la percepción del tiempo en Perú. "Cuando en Alemania decimos que nos encontramos a las 2, entonces la persona está allí 10 minutos antes; eso es lo normal para nosotros", destacando cómo en otros lugares los horarios tienden a ser más flexibles.
Asimismo, espera regresar pronto para visitar Cusco, un destino que no pudo incluir en este viaje. "Definitivamente, volveré a Sudamérica y especialmente a Perú, porque quiero ir a Cusco", dijo con entusiasmo.
