El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón , ha resaltado que el Ejecutivo valenciano, a través de la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha), «ha entregado las primeras 21 viviendas del edificio que dispone en La Torre ( Valencia ) a familias que perdieron su casa en la riada del 29 de octubre», con lo que con estos inmuebles «ya son 114 familias a las que se les ha ofrecido una vivienda del parque público de la Generalitat». Así lo ha señalado tras visitar este edificio de 184 viviendas, cuyos bajos, zonas comunes y sótanos fueron afectados por las inundaciones y están siendo acondicionados en varias fases «con el objetivo de poner estos recursos habitacionales a disposición lo antes posible». Los trabajos de reacondicionamiento del edificio han supuesto una inversión de más de 2 millones de euros. El jefe del Consell ha explicado que «en esta primera fase se ha podido realojar a 21 familias procedentes de municipios como Aldaia, Alfafar, Catarroja, Massanassa, Picanya y Torrent y el resto de las viviendas, hasta las 184 del complejo, se irán habilitando progresivamente». En este sentido, ha manifestado que de las 114 familias a las que se les ha ofrecido una vivienda del parque público de la Generalitat, 72 de ellas han accedido a esta solución, otras cinco están decidiendo si la aceptan y a otras 37 no les ha resultado necesaria. Carlos Mazón ha destacado que estas viviendas de la Torre «se entregan totalmente equipadas y se adjudican por un periodo de seis meses sin coste alguno ». En este sentido, ha incidido en que al cabo de seis meses se revaluará la situación de la unidad de convivencia y, en caso de seguir necesitando el piso, pasará a régimen de alquiler social. Cabe recordar que inicialmente estas 184 viviendas se iban a destinar a alquiler asequible en un proceso de adjudicación que iba a comenzar a mediados de noviembre y en el que la mitad de los inmuebles se cederían a jóvenes menores de 35 años. Sin embargo, la situación de emergencia provocada por las inundaciones obligó a priorizar a las personas afectadas, atendiendo así las urgencias habitacionales de muchas familias que perdieron su hogar. Los criterios de adjudicación para acceder a una de estas viviendas son: ser residente de zona afectada por las inundaciones y que la vivienda siniestrada constituyese la residencia habitual; carecer de otra vivienda; ostentar la condición física de propietaria, usufructuaria o arrendataria de la vivienda siniestrada; que se haya perdido la vivienda o ésta necesite una reparación de carácter estructural o cuyo periodo de recuperación exceda de 6 meses; y no superar ingresos de 4,5 veces el IPREM, referido a 12 pagas. Carlos Mazón ha subrayado el compromiso de la Generalitat «para dar respuesta a las necesidades de las personas afectadas por las inundaciones que han perdido su casa y necesitan una solución urgente » y ha lamentado que el Gobierno «todavía no haya puesto a disposición todas las viviendas disponibles de la SAREB». Del mismo modo, ha agradecido el esfuerzo de la Conselleria para ofrecer viviendas de titularidad de la Generalitat «en las que ya se han invertido más de tres millones de euros en adecuar y amueblar», al tiempo que ha agradecido la solidaridad de diversas empresas que han donado parte del mobiliario y colaborado en el acondicionamiento de los inmuebles. El presidente ha remarcado que la Generalitat «está trabajando desde primer momento para atender a las personas afectadas por las riadas, especialmente a aquellas que han perdido su vivienda». En este sentido, ha destacado otras medidas como «las ayudas directas y sin burocracia» para el alquiler, «de las que ya se han tramitado 611 por un valor de 6,84 millones de euros». Estas ayudas tienen un importe de 11.200 euros máximo por beneficiario para sufragar hasta 12 mensualidades de renta por valor de hasta 800 euros mensuales, el importe de la fianza y el de la garantía. Las viviendas tienen una superficie que oscila entre los 48 metros cuadrados y los 89 , con uno, dos y tres dormitorios. Ocho de estas viviendas son accesibles y todas incluyen plaza de garaje. Se trata de viviendas equipadas y acondicionadas para adaptarse a las condiciones climáticas, en cumplimiento con la normativa actual. Además, cada piso está dotado de una terraza cubierta que funciona como una estancia más de la vivienda. El edificio consta de dos volúmenes, uno de 21 plantas y otro de 15 sobre un zócalo de cuatro. En la cuarta planta, sobre el cuerpo central, hay una terraza accesible como entorno colectivo para los residentes y un local comunitario, a los que se puede acceder desde los cuatro zaguanes. Se trata de una actuación de edificación promovida por la Generalitat que se acoge a los fondos europeos. Del total de la inversión, cercana a los 23.500.000 euros, aproximadamente 8,5 millones corresponden a los Next Generation y los 15 millones restantes a la Generalitat.