Existe una historia que rompe los límites de lo que se pensaba sobre las migraciones de las ballenas jorobadas. Un macho de esta especie realizó un viaje extraordinario, recorriendo más de 13.000 kilómetros, para cumplir con su ritual de apareamiento.
Este trayecto, mucho más largo que cualquier migración documentada previamente, desafió lo conocido sobre los desplazamientos de estas gigantes marinas y dejó perplejos a los científicos.
Este sorprendente recorrido resalta la resistencia de la ballena jorobada, también la complejidad de su apareamiento, demostrando que, en los océanos, siempre hay espacio para lo inesperado.
La ballena jorobada registrada como HW-MN1300828 logró un hecho sin precedentes: un viaje de más de 13.000 kilómetros en línea recta, el más largo registrado entre dos zonas de reproducción de su especie.
En 2013, fue avistada por primera vez en el golfo de Tribugá, en la costa del Pacífico colombiano. Sin embargo, no fue hasta cinco años después, en 2017, que se la volvió a avistar, esta vez a 78 kilómetros de distancia, en la bahía Solano, también en Colombia.
De acuerdo a El País, lo realmente impresionante ocurrió en 2022, cuando, tras varios años sin registros, se la identificó nuevamente en el canal de Zanzíbar, entre la isla de Unguja y la costa continental de Tanzania.
Este viaje conecta dos zonas conocidas de apareamiento, y su trayecto ortodrómico (el camino más corto entre dos puntos sobre una esfera) alcanzó un total de 13.046 kilómetros, desafiando las expectativas previas sobre la migración de estas ballenas.
El trayecto de HW-MN1300828 plantea varios desafíos en términos de comprensión de los patrones migratorios.
Los científicos plantearon diversas teorías para explicar cómo pudo recorrer semejante distancia, dado que la migración habitual de estas ballenas sigue una ruta diferente: