Esteban Domecq elogió algunos aspectos del plan del Gobierno como la política fiscal y el acomodamiento de los precios relativos para corregir desequilibrios, pero destacó que aún hay cuestiones pendientes en materia de cepo y reservas.
"Fiscalmente se ha hecho un trabajo fenomenal. Se ha cerrado el déficit fiscal por 11 meses consecutivos. El año va a terminar en superávit después de más de una década", destacó el economista y titular de la consultora Invecq, en una entrevista por LN+, quien calificó el problema como "el corazón del desequilibrio".
Con el saneamiento del balance del Banco Central, Domecq sostuvo que "se ha avanzado bastante" aunque puso algunos reparos. "Todavía queda algo inconcluso ahí porque todavía hay un excedente monetario. Todavía hay reservas netas negativas, hay un tema todavía pendiente. Se avanzó un montón pero falta", planteó.
El economista también destacó la baja del riesgo país y aunque exhibió cautela por la falta de crédito internacional, consideró que "falta poco" para el ingreso de fondos frescos.
Finalmente, sostuvo que hubo "un importante avance en el sinceramiento y normalización de precios relativos" tras el ajuste de tarifas en el primer semestre de 2024.
"Se aguantó el fogonazo y la inflación en el arranque. Todavía hay algunas cosas que hacen ruido ahí, pero se avanzó también mucho. Entonces desde los fundamentos, la verdad que hay importantísimos avances", recalcó.
Para el analista, el programa económico del Gobierno todavía un tema pendiente. "La pata floja está en el Banco Central. Avanzó mucho el proceso de saneamiento, reducción del exceso de peso y algo en la recomposición de reservas, pero seguís teniendo un balance que le falta y eso explica el cepo", expresó respecto a la necesidad de acumular reservas.
Asimismo, habló de "tres procesos económicos corriendo en simultáneo" pero que, según opinó Domecq, no lo hacen a la misma velocidad.
Si bien recalcó que el programa fiscal para estabilizar la economía y la apertura hacia el mundo mostraron muchos avances, no ocurre lo mismo con las reformas estructurales que favorezcan la competitividad local y reduzcan los costos.
En ese sentido, utilizó como ejemplo un vaso de agua para explicar que su valor en Argentina es mucho más caro que en el mundo a raíz de los impuestos.
"Está lleno de costos financieros, logísticos y burocráticos. Entonces, tu esquema cambiario y las cuentas externas del país entran en tensión porque se te dificulta exportar y anticipar. Entonces, tenés que corregir el tipo de cambio", concluyó.
