La población de Estados Unidos creció en 3,3 millones de personas en el último año, con un 84% de estos migrantes nacidos en el extranjero, según la Oficina del Censo. Este aumento marca el mayor crecimiento demográfico anual desde 2001.
Las cifras revelan que la inmigración se ha convertido en el principal motor del crecimiento poblacional, superando el crecimiento natural. En total, se estima que 2,8 millones de migrantes llegaron al país en 2024, reflejando una tendencia de aumento en la inmigración internacional.
El nuevo método de recuento de la Oficina del Censo incluye a los inmigrantes admitidos por razones humanitarias, lo que ha permitido un mejor entendimiento del impacto migratorio en la población estadounidense.
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La Oficina del Censo ha informado que el crecimiento poblacional de Estados Unidos alcanzó los 340 millones de habitantes, con una tasa de crecimiento anual del 1,0%. Kristie Wilder, demógrafa de la agencia, destacó que la migración internacional neta ha sido el principal motor del crecimiento en los últimos cinco años, a medida que el crecimiento natural ha disminuido.
Este año, se estima que 2,8 millones de migrantes llegaron a Estados Unidos, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. La nueva metodología de recuento ha permitido incluir a aquellos que ingresaron al país bajo protecciones humanitarias, un grupo que ha crecido considerablemente en los últimos años.
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El crecimiento poblacional no solo se ha observado a nivel nacional, sino también en los 50 estados y el Distrito de Columbia. Florida, California y Texas han registrado los mayores aumentos en su población debido a la inmigración internacional. En particular, el sur de Estados Unidos ha experimentado un crecimiento notable, convirtiéndose en la región de más rápido crecimiento del país.
A pesar del crecimiento, el futuro de las protecciones humanitarias es incierto, especialmente con la llegada de un nuevo presidente que ha prometido eliminar estas políticas. Sin embargo, la Oficina del Censo continúa ajustando sus estimaciones, lo que sugiere que la inmigración seguirá desempeñando un papel crucial en el crecimiento demográfico de Estados Unidos.
