La Real Casa de Correos no se toca. Al menos sin autorización de la Comunidad de Madrid y siempre que no se rompa su neutralidad y su espíritu de «concordia». Ese es el mensaje que ha querido trasladar este viernes el PP, al aprobar la ley en la que se blinda la sede de la Presidencia autonómica madrileña , con lo que pretende frenar el intento del Gobierno de Sánchez se declarar el inmueble 'Lugar de Memoria Democrático', para ligarlo de manera permanente al franquismo. El conjunto de la ley Ómnibus donde se ha incluido esa enmienda ha sido aprobado solo con los votos del PP: 70 votos a favor, 52 noes (PSOE y Más Madrid) y 11 abstenciones (Vox). En la Real Casa de Correos está el despacho de Isabel Díaz Ayuso y el hecho de que el Gobierno de Sánchez quiera colocar una placa que relacione ese edificio con el franquismo no ha gustado lo más mínimo al PP. Sobre todo porque el edificio tiene 250 años de historia, y fue Dirección General de Seguridad durante un tiempo muy concreto. Un paréntesis en toda su historia. Los populares no quieren que se le recuerde en la fachada precisamente por eso. Así, el Pleno de la Asamblea de Madrid ha aprobado este viernes, con el voto de la mayoría absoluta del PP, la ley Ómnibus de medidas para la mejora de la gestión pública en el ámbito local y autonómico de la Comunidad de Madrid, que incluye una enmienda de los populares para reforzar la protección de la Real Casa de Correos e impedir que se pueda poner una placa sin autorización de la Comunidad. La ley Ómnibus va más allá y modifica diez años y suprime un órgano, el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid, una decisión muy criticada también por la izquierda y que el PP justifica porque cree que no representa a los jóvenes. Pero el capítulo sobre la Real Casa de Correos llega con polémica, porque un informe de los letrados advirtió de que las enmiendas eran incongruentes en esa ley. Más Madrid ya ha anunciado que recurrirá en amparo al Tribunal Constitucional la decisión del PP. El diputado del PP Virgilio Menéndez, tras escuchar a la izquierda sus ataques por la decisión de blindar la Real Casa de Correos, ha lamentado que justo este viernes se haya celebrado allí el primero del centenar actos anunciados por Sánchez para celebrar el 50 aniversario de la muerte de Franco. «Valiente izquierda, que se murió en la cama, por cierto», ha comentado, lo que ha calentado más el ambiente. «Es un edificio de todos, ha sido testigo silencio de la historia de Madrid, ha visto hechos negativos y positivos», ha señalado el diputado del PP, quien ha criticado que el Gobierno pretenda convertir la sede de la Comunidad «en un lugar no de recuerdo, sino de enfrentamiento. Y eso es lo que les quedaba en su ataque de Estado contra la presidenta». «Desde el máximo respeto a las víctimas del franquismo, les decimos que no vamos a permitir que conviertan a Madrid en la Disneylandia del horror y del enfrentamiento. Olvídenlo». La portavoz del PSOE, Tatiana Jiménez, ha exigido al PP que cumpla la ley de Memoria Democrática. «Les voy a contar un secreto: la Real Casa de Correos acogió la extinta Dirección de Seguridad Franquista. Es una realidad que no pueden negar y tampoco pueden negar que fue un símbolo de la represión de la dictadura franquista. Es historia de nuestra Comunidad«. Por Más Madrid, el diputado Juan Varela-Portas cree que la ley es expresión de la «más pura pulsión autoritaria del Partido Popular». Se refería a la supresión del Consejo de la Juventud -«quieren expulsar a los jóvenes de la política y evitar que se organicen»- y también al blindaje de la Real Casa de Correos. «No van a poder silenciar la memoria de quienes fueron torturados y asesinados en la Puerta del Sol durante la dictadura», ha advertido. «Quieren acallar la voz de la gente». En esas enmiendas del PP que se han aprobado sobre la Real Casa de Correos, se subraya que los poderes públicos de la Comunidad de Madrid tienen la obligación de proteger la neutralidad, la pluralidad, la concordia, el respeto a la verdad y a la historia, la imagen institucional, el significado y el uso actual de la Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Así, se prevé que si se promueven o realizan actuaciones que perjudiquen o resulten incompatibles con esa situación, «los poderes públicos de la Comunidad de Madrid ordenarán el cese inmediato de aquellas y adoptarán las medidas oportunas para reparar el daño que haya podido producir». En las enmiendas del PP se establece, además, que la instalación con carácter permanente de cualquier placa o distintivo en la Real Casa de Correos requerirá la previa autorización del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. Se prohíbe de forma expresa la instalación de placa alguna o distintivo que pueda perjudicar o resultar incompatible con la neutralidad, la pluralidad, la concordia, el respeto a la verdad y a la historia, la imagen institucional de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, su significado actual, o que pueda generar confusión sobre la Real Casa de Correos como sede de la Presidencia. Se intenta evitar así que el Gobierno de Sánchez coloque una placa sobre el pasado franquista de esa sede.
