Un opositor venezolano refugiado en la Embajada de Argentina en Caracas decidió entregarse voluntariamente a las autoridades del régimen de Nicolás Maduro. Fernando Martínez Mottola, exasesor de la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), abandonó la sede diplomática tras más de ocho meses de asilo, logrando obtener un régimen de libertad condicional.
Martínez Mottola señaló haber enfrentado "presiones" por parte de otros opositores dentro de la embajada, aunque esta afirmación fue rechazada por representantes de la oposición. La residencia diplomática se encuentra bajo vigilancia, en medio de denuncias de asedio y tensiones crecientes entre Caracas y Buenos Aires.
Fernando Martínez Mottola, asesor político de bajo perfil, formaba parte de la alianza opositora PUD, que denunció fraude en la controvertida reelección de Nicolás Maduro. Se refugió en la residencia diplomática argentina en marzo de 2024, junto con otros cinco colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, quienes enfrentan acusaciones de conspirar contra el régimen venezolano.
La decisión de entregarse a la Fiscalía se produjo en un contexto tenso, ya que los opositores habían denunciado condiciones críticas dentro de la embajada, incluyendo restricciones al acceso de alimentos y cortes de servicios básicos como luz y agua. Martínez Mottola, según una fuente judicial, "fue de manera voluntaria a la Fiscalía" y ahora permanece bajo régimen de presentación en su residencia. Este movimiento ha generado interrogantes sobre la situación de los otros refugiados y la presión política ejercida por las autoridades venezolanas.
Cinco opositores, incluyendo a Magalli Meda, cercana a Machado, permanecen en la embajada argentina en Caracas, esperando un salvoconducto para salir del país. Sin embargo, denuncian un "asedio" constante por parte de funcionarios armados del régimen. Según los asilados, el cerco incluye el bloqueo de alimentos y la interrupción de servicios básicos, una estrategia que, según organizaciones internacionales, podría constituir una violación a los derechos humanos.
La crisis se ha agravado debido a que la embajada está sin personal diplomático desde agosto de 2024, cuando el gobierno argentino, liderado por Javier Milei, rompió relaciones con Venezuela. Esta situación ha complicado la gestión de los refugiados, aumentando las tensiones entre ambas naciones. La vigilancia y el aislamiento de la embajada son una muestra del endurecimiento de las políticas de Maduro frente a sus críticos.
La relación entre Venezuela y Argentina atraviesa uno de sus peores momentos. La ruptura de relaciones diplomáticas en agosto marcó el inicio de un conflicto que se ha profundizado con la crisis en la embajada. Además, la reciente detención de un gendarme argentino de visita en Venezuela y de un empleado local de la sede diplomática ha añadido un nuevo nivel de tensión.
La situación ha puesto en evidencia la fragilidad de las relaciones internacionales en la región, especialmente cuando se trata de países con posturas ideológicas opuestas. Mientras tanto, los refugiados políticos enfrentan un futuro incierto, sin señales claras de una solución diplomática a corto plazo.
