El president define las líneas maestras de su Govern a traves de 260 medidas que tratan de no romper con la herencia de Aragonès y recogen los nuevos pactos con sus socios
La vivienda se convierte en el principal problema de los catalanes por primera vez desde la burbuja, según el CEO
Si con algún adjetivo puede calificarse a Salvador Illa ese es el de predecible. El president ha dado muestras sobradas en sus ya más de 130 días al frente de la Generalitat de que sus planes no pasan por los grandes anuncios sino por una gestión sin sobesaltos y un programa que sea una síntesis de los intereses de la mayoría que forman en el Parlament su propio partido junto a ERC y Comuns.
Siguiendo la estela de la previsibilidad, este viernes el president ha presentado un plan de legislatura en el que los hitos son algunas de las apuestas ya anunciadas, como la vivienda, la seguridad y el compromiso con una “financiación singular” para Catalunya. Un plan que se vertebra a partir de cinco ejes y 260 medidas en total, que intenta continuar con algunas de las poíticas del anterior Govern de Pere Aragonès al tiempo que cumple con los nuevos pactos firmados con ERC y Comuns.
Si alguna cosa tienen clara en el Palau de la Generalitat es que, aunque la victoria del PSC fue contundente, en el Parlament las mayorías son complicadas de articular. Por eso no quieren dar la mínima excusa para que sus socios de investidura, ERC y Comuns, se desenganchen del apoyo al Govern. “Los compromisos adquiridos se incorporan íntegramente al plan de gobierno”, ha subrayado el president de la Generalitat durante la presentación de las jornadas que ha celebrado con los directivos de su ejecutivo.
Para mantener férrea la mayoría en la Cámara, el plan de legislatura del Govern da protagonismo a dos de las medidas que son banderas de sus socios, como la financiación singular, en el caso de ERC, y los programas de vivienda, para los Comuns. “Si tuviera que resumir la visión de este documento utilizaría la expresión de prosperidad compartida”, ha indicado Illa.
La prosperidad compartida es, además, la denominación del primer eje del plan. Le siguen los capítulos de transición energética, equiedad social, buen gobierno y seguridad y “autogobierno efectivo”, carpeta esta última donde se engloba la cuestión de la financiación.
Sobre la cuestión de la vivienda, la hoja de ruta de Illa incluye la promesa de contar con 50.000 viviendas protegidas en 2030 o también el despliegue de la ley de barrios. El jefe del Govern ha señalado el acceso a una casa como uno de los principales retos de su mandato, ya que es la forma de conseguir que el crecimiento económico llegue a la ciudadanía, según ha señalado.
En el apartado económico se incluye también la apuesta por una reindustrialización verde y por una innovación potenciada desde el sistema universitario catalán. En esa misma línea, el Govern se compromete a llegar al 50% de energías verdes para 2030.
La mejora del autogobierno a través de la financiación es otro de los ejes del plan de Illa. El redactado, como siempre en esta materia, está sujeto a interpretación, pues el Govern se compromete a “negociar un nuevo sistema de financiación singular y a analizar las propuestas para implementar las nuevas competencias que de él se puedan derivar”.
La seguridad es también uno de los focos del plan de legislatura. El principal compromiso es ampliar el número de efectivos en los Mossos, llegando a 25.000 en el año 2030, pero también incluye planes como la creación de nuevas unidades judiciales para agilizar los juicios y acabar con la multirreincidencia.
Otra de las “obsesiones”, tal y como ha descirto el president, es la mejora de los servicios públicos. Un empeño que tiene varias dimensiones, comenzando por la agilización de los trámites ante la administración, pero también por un refuerzo de las plantillas sanitarias y en educación. En este ámbito, Illa se compromete tanto a reducir las listas de espera en los hospitales como a mejorar los resultados académicos, dos retos sectoriales que requerirá de una considerable inyección económica.
“Esta es la legislatura de los servicios públicos y también de la financiación singular, me siento cómodo con esa expresión”, ha remachado Illa. La previsión del Govern es que haya una legislatura “estable” y con un Govern que, pese a estar en minoría, pueda contar con mayorías sólidas en el Parlament.