Vox no piensa ceder en las comunidades autónomas y prueba de ello es la reciente ruptura de las negociaciones sobre los presupuestos en Extremadura. Eleva la presión para que en su nombre no se lleve a cabo ningún reparto de inmigrantes no acompañados (Menas). Es una de sus líneas rojas y también una de las banderas que ha defendido el partido en cada uno de sus programas electorales y también en sede parlamentaria. Por ello, advierte de que en su nombre no se hará.
No se conforman con que el PP no reforme la Ley de Extranjería sino que exige rechazar la acogida y reparto de migrantes al tiempo que afea a los populares que un día digan "una cosa" y otro día "otra" en materia de migración: "Nosotros nunca nos hemos movido".
Mientras los barones del PP de Murcia o Aragón confían en sacar los presupuestos en Vox advierten de que las comunidades que quieren su apoyo "tendrán que ceder". Recuerda que sus posiciones siempre han sido las mismas. "Nosotros no podemos admitir que ningún gobierno autonómico, en este caso liderado por el Partido Popular en algunas regiones, haga seguidismo de las políticas migratorias del Partido Socialista frente al gobierno de España. Eso no únicamente se limita a negarse a la reforma del artículo 35", dijo hace unos días la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán.
Vox se ha presentado siempre como el dique de contención de las políticas de izquierda y, mientras los populares creen que ahora los de Abascal tendrá que explicar a su electorado cómo ha tumbado un gobierno autonómico de derechas, del que además formaron parte del Gobierno, en Vox están tranquilos ya que la ruptura con el PP en las comunidades les hizo mantenerse en las encuestas y ahora tras la catástrofe de la DANA la formación tiene más apoyos en la Comunidad Valenciana. Insisten en que no van a ceder en algo que para ellos es prioritario ya que desmontaría toda las políticas que han venido defendiendo, incluida la de la seguridad, y aseguran que ellos lo que dicen lo cumplen, aunque haya otros que duden de su palabra. Es más, retan al PP a echarle a los brazos del PSOE y a negociar con ellos ya que consideran que sus políticas son más parecidas y contribuyen así a mantener a Pedro Sánchez en el poder.
Los de Abascal defienden que en el PP conocen "perfectamente" su idea sobre la política migratoria que es algo que "siempre ha estado claro". "Lo que queremos es que no se dé continuidad en modo alguno, ni a nivel presupuestario, ni a nivel de reparto de menas, ni a nivel de acogida, ni de ninguna índole", subrayan.
Para los de Abascal, por ejemplo, suspender las partidas destinadas a políticas de inmigración es una condición "sine qua non" para apoyar las cuentas autonómicas, después de abandonar los ejecutivos regionales por la apertura del PP a la acogida de menores migrantes. Por su parte, el PP, como ocurrió ayer en Extremadura, se abre ahora a tratar de sacar las cuentas públicas en este territorio con los socialistas o al menos, a negociarlo.
Vox advierte de que el partido no podrá admitir que se dé continuidad a las políticas irresponsables en materia de inmigración por parte del Partido Socialista porque son políticas que se ha demostrado que lo único que traen es inseguridad, degradación y una situación verdaderamente anómala en muchísimos barrios de España", ha reiterado Millán.
Entre los puntos claves por los que apuestan los de Abascal en política migratoria está poner fin a las políticas de "efecto llamada" y agilizar los procesos de deportación de inmigrantes ilegales, impedir la recepción de ayudas sociales a quienes hayan accedido de manera ilegal a España, expulsar de forma inmediata con destino a su país de origen -o aquel del que provengan- a todos los inmigrantes que hayan accedido ilegalmente a nuestro territorio y a aquellos que cometan delitos graves o reiterado, eliminar las subvenciones a asociaciones, organizaciones u ONGs que promuevan o faciliten la inmigración ilegal, garantizar la devolución de todos los Menores Extranjeros No Acompañados a sus países de origen con sus familias o cerrar los centros fundamentalistas islámicos donde se denigra a la mujer y no se respetan los principios de la civilización occidental.