La reciente inscripción de documentos peruanos en la UNESCO ha reavivado el debate sobre el origen del pisco, una bebida emblemática de Sudamérica. Mientras Chile defiende su posición, Perú sostiene que la documentación histórica valida su reclamo sobre la denominación de origen.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile ha emitido un comunicado en respuesta a la inscripción, aclarando que este registro no otorga derechos de propiedad intelectual ni exclusividad sobre el pisco. Por su parte, el exjefe del Archivo General del Perú, Ricardo Moreau, argumenta que los documentos inscritos son prueba irrefutable del origen peruano del pisco.
La Cancillería chilena ha expresado su preocupación por la inscripción de documentos peruanos en el Registro Regional de la UNESCO, enfatizando que este registro busca promover la preservación de la memoria documental y no resolver disputas históricas. En su comunicado, el gobierno chileno subraya que la denominación de origen del pisco está respaldada por acuerdos comerciales y decisiones judiciales internacionales.
Además, Chile ha implementado una estrategia de coexistencia de denominaciones de origen, permitiendo que ambos países protejan sus intereses comerciales. El Ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, ha afirmado que el reconocimiento internacional del pisco chileno está legalmente resguardado, destacando la existencia de 20 tratados de libre comercio que involucran a 46 países.
Valenzuela enfatizó que: “La Unesco no ha dicho que el pisco es exclusivamente peruano,” afirmó. Asimismo, destacó que casi 50 países, entre ellos Estados Unidos, México y la Unión Europea, reconocen al pisco chileno como producto exclusivo.
Desde Perú, la defensa del pisco como parte de la identidad cultural del país se mantiene firme. Ricardo Moreau ha señalado que los documentos inscritos en la UNESCO, que datan de los siglos XVI y XVII, son evidencia del origen peruano de la bebida. Según Moreau, estos registros históricos refuerzan la posición de Perú en el debate sobre el pisco, contrastando con los documentos chilenos que son más recientes.
El exjefe del Archivo General también ha enfatizado que la UNESCO ha validado la autenticidad de los documentos peruanos, lo que refuerza la postura del país en este conflicto. Para Moreau, el origen del pisco es indiscutible desde el punto de vista histórico, y la documentación presentada ante la UNESCO lo confirma.
