En el Sheraton, Javier Milei hizo gala de sus aires de grandeza al autodefinirse como el mejor presidente de la historia. Pero lejos de esos fuegos artificiales, el evento en la capital provincial le sirvió para afianzar su vínculo con Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil. Mensaje de apoyo a los radicales con peluca echados por la UCR