El PSOE apunta al alcalde de Estepona, algo que este ha negado en el pasado. Sin embargo, las cuentas de la sociedad siguen reflejando que hay un tercer socio además de Juan Hoffmann y Bonifacio Solís
Marbella quiere pagar 5,1 millones por un edificio ilegal relacionado con el alcalde de Estepona y un huido del caso Malaya
Seis años después de dar un rápido carpetazo a su último intento, el Ayuntamiento de Marbella ha vuelto a la carga para expropiar el polémico edificio de Urbanismo de la calle Alonso Bazán. La pretensión es polémica y se ha llevado a los tribunales porque presenta múltiples aristas: la propia conveniencia de llevarla a cabo, las estrecheces presupuestarias del Consistorio, el precio a pagar, la historia del edificio y, por encima de todas, su propietario, una entidad vinculada al alcalde de Estepona, un promotor y un fugado descendiente de un destacado nazi.
Nuevos Aires 2002, S.L. es la mercantil titular de la planta baja, las plantas 4ª, 5ª, 6ª y ático (destinadas a oficinas), y cuatro niveles de sótano bajo rasante distribuidos en 38 plazas de aparcamiento. El Ayuntamiento quiere expropiarle todo eso menos un local y 12 plazas de garaje (que Nuevos Aires ya alquila a un concesionario con opción de compra), y lo valora en 5.165.000 euros.
La potencial expropiada es una entidad constituida en 2001 por José María García Urbano (alcalde de Estepona -PP-), el constructor Bonifacio Solís (donde está empleado el hijo del alcalde) y el abogado Juan Hoffman. El primero era originariamente titular del 18,2% a través de Nogales de María, S.L.; el segundo, del 57,86% a través de Omega 93; y el tercero, del 24,12% en nombre propio, aunque es sabido que actuó en el pasado como testaferro de Juan Antonio Roca y fue condenado en el caso Malaya. En febrero de 2016, el alcalde presentó una declaración de bienes al Congreso admitiendo que tenía más del 5% de Nuevos Aires 2002 a través de Nogales de María.
Desde entonces las cosas han cambiado, dicen los protagonistas. A finales de 2022, el equipo del alcalde dijo a este medio que no era copartícipe en Nuevos Aires 2002. Por esas fechas, Bonifacio Solís dijo que nada había cambiado, pero en septiembre de 2023 aseguró que había adquirido las participaciones de García Urbano hacía “dos o tres años”.
Esta semana, Solís ha reiterado a elDiario.es que se las compró hace tiempo, sin poder precisar si fue hace cuatro, cinco, seis o hasta siete años. “Cuando [García Urbano] entró en política”, replicó, deslizando que fue el propio regidor quien quiso abandonar una entidad que podía ser un quebradero de cabeza para él. García Urbano es alcalde de Estepona desde 2011, pero al menos hasta 2016 seguía participando en Nuevos Aires, o así lo expuso en su declaración de bienes.
Sin embargo, Nuevos Aires sigue teniendo tres socios, y no dos, como sería si Omega 93 (la sociedad de Solís) hubiese adquirido la parte de García Urbano. Así lo reflejan las cuentas anuales de 2023, en poder de este medio, donde se recoge que fueron aprobadas por “dos socios que representan el 79,33% de la sociedad”. Es decir, hay al menos tres socios en Nuevos Aires 2002. Solís (Omega 93), probablemente Hoffmann y un tercero misterioso que hasta 2016 fue García Urbano. Muchos piensan que sigue siendo él.
La cuestión de si García Urbano sigue siendo partícipe de Nuevos Aires o no es relevante porque la adquisición del inmueble por el Ayuntamiento de Marbella es políticamente más sensible si, además de ser propiedad de un fugado de Malaya y un promotor, es también del alcalde vecino.
El PSOE, al anunciar su recurso a los tribunales, lo ha dado por hecho, denunciando que es un capote que la alcaldesa echa a su compañero de partido: “Es una gran cantidad de dinero que la señora Muñoz va a entregar a su compañero del PP en Estepona para hacerle un favor”. A pesar de haber sido señalado públicamente en la nota de prensa de los socialistas de Marbella, García Urbano no ha replicado.
El problema es que no hay forma documental de verificar esto. Entre otros motivos, porque García Urbano se niega a hacer pública su declaración de bienes, como exige la ley, y tampoco deposita las cuentas de Nogales de María.
Sin embargo, sí lo hace Nuevos Aires, y ahí se ve que, si es cierto que el alcalde vendió sus participaciones a Solís, tuvo que ser a alguien diferente a Omega 93, porque sigue habiendo (al menos) tres socios. Expertos en este tipo de operaciones explican que lo normal sería comprarlas con esa misma empresa. Sin embargo, aunque sería inusual tampoco se puede descartar que Solís las haya adquirido con otra sociedad, y ese fuese el tercer socio misterioso. El promotor no ha aclarado este extremo.
Solís, socio en Nuevos Aires y amigo de García Urbano, ha liderado bajo su propio nombre una de las promotoras más boyantes de la Costa del Sol en los últimos años, con una facturación que en 2021 superó los 125 millones de euros. Es la responsable, por ejemplo, de la lustrosa torre del Mirador del Carmen, la obra pública más cara acometida nunca por el consistorio esteponero: 16,3 millones de euros tras un modificado de 1,8 millones al alza para adaptar la sala de exposiciones. También del estadio de atletismo (9,5 millones) o del orquidiario más grande de Europa (2,3), ambas en Estepona.
Es la principal adjudicataria de obra pública en Estepona. En 2018, el PSOE local pidió explicaciones por la adjudicación de obra pública a Solís y el regidor anunció querella, que nunca interpuso. En alguna ocasión Solís ha subrayado que, pese a estos contratos, la obra privada supone el 95% de su negocio, “que nadie nos regala”. El pasado verano, la constructora fichó como jefe de operaciones a uno de los hijos del alcalde, que hasta entonces ejercía de concejal.
En diciembre de 2022, este medio reveló que Omega 93, la sociedad con la que Solís figura en Nuevos Aires, adquirió varios locales municipales en pleno verano por una cuarta parte de su valor, tras una subasta desierta con diversas irregularidades. Tras una somera investigación, Fiscalía archivó el asunto.
El tercer socio es la figura conocida pero ausente. Juan Hoffmann es abogado, fue condenado a cinco años de prisión por actuar como testaferro del cerebro de la Operación Malaya y huyó. En 2001 suscribió el 24,12% de las participaciones de Nuevos Aires, pero en algún momento vendió a alguno de los otros dos, y se quedó con el 20,69%. De ahí, que las cuentas anuales reflejen la aprobación “por dos socios que representan el 79,33% de la sociedad”.
Como el resto de su patrimonio conocido, esas participaciones fueron puestas a la venta por la Audiencia Provincial de Málaga para saldar 17 millones de euros de multa y responsabilidad tras la condena por la Operación Malaya. Así constaba en la web expresamente dedicada a ello. La Audiencia pedía 1,6 millones por el 20,69% del capital de Nuevos Aires.
Sin embargo, en febrero ese órgano aseguró a este medio que las penas de multa habían prescrito el 14 de julio 2021, y que las participaciones de Nuevos Aires seguían anunciadas a la venta “por error”. Las acciones no se habrían vendido y Hoffman habría pagado, en total, 237.000 euros de su responsabilidad con las arcas públicas de Marbella.
Este medio ha preguntado al Ayuntamiento de Marbella si va a comunicar a la Audiencia Provincial que se dispone a pagar 5,1 millones de euros a una sociedad en la que un fugado, que ha saldado una ínfima parte de una deuda millonaria con el propio municipio, mantiene acciones valoradas en 1,6 millones de euros. El Ayuntamiento no ha contestado.
Juan Hoffmann es hijo de Hans Hoffmann, cariñosamente conocido como Juanito, un agente nazi que encontró refugio en la Costa del Sol, nada menos que como cónsul honorario de Alemania en Málaga, cargo desde el que fue pionero en aprovechar el potencial inmobiliario de la Costa del Sol. También impulsó la Residencia Hispano Alemana de Ojén, a la que García Urbano lleva tiempo vinculado, ahora como patrono.
Hoffmann (padre) dio su nombre al colegio y a una plaza en Ojén hasta 2018. Figuraba como “peligroso agente de la Gestapo” en una lista de 104 nazis reclamados por los aliados y cobijados en España, tal y como se relata en el libro Nazis en la Costa del Sol. De él se dice que sirvió de traductor a la Legión Condor en España y que fue muy cercano a Agustín Muñoz Grandes, al frente de la División Azul, llegando a ejercer de intérprete de este ante Hitler.
Nuevos Aires es la sociedad con la que García Urbano, Solís y Hoffmann vehicularon la propiedad del polémico edificio que ahora quiere comprar el Ayuntamiento, uno de los primeros en ser precintados por la comisión gestora en 2006, tal y como recordaba en su día Marbella Confidencial. Su capital social suscrito es de 6.011.000 euros, y se concentra en su práctica totalidad en el inmueble. Un valor muy similar al dado ahora por el Consistorio marbellí de cara a su expropiación. Su actual administradora es una de las hijas de Bonifacio Solís.
La conexión de Nuevos Aires con García Urbano y su equipo viene también porque Ana Velasco, su concejala de mayor confianza, fue administradora única de Nuevos Aires hasta 2011, cuando fue sustituida por Antonio Zarco, su marido hasta hace poco. Fue ella quien, ya como concejala en 2022, presidió la mesa de la subasta que culminó con la compra a bajo precio de los locales del ayuntamiento por parte de Omega 93, uno de los tres socios de Nuevos Aires, la mercantil que ella administró hasta 2011.