La existencia de vida más allá de la Tierra ha fascinado a la humanidad durante siglos. En la actualidad, esta incógnita está más cerca de resolverse gracias al trabajo incansable de la NASA y de una científica que asegura que estamos avanzando como nunca antes.
La especialista Leslie Livesay, con casi 4 décadas de experiencia en la agencia espacial de Estados Unidos, lidera iniciativas clave para explorar nuestro sistema solar y más allá.
Ya sea a través de análisis de las profundidades heladas de Europa, la luna de Júpiter, o trazando nuevos caminos hacia Marte, su misión busca responder a una de las mayores incógnitas de la humanidad.
El interrogante sobre si existe vida en el universo ha sido el motor de muchas misiones de la NASA. La misión Europa Clipper, lanzada recientemente, tiene un papel fundamental en esta búsqueda.
Esta sonda explorará la composición del océano de agua salada que yace bajo la superficie helada de Europa, una luna de Júpiter.
Según las palabras de Livesay en diálogo con El País, la misión evaluará si este océano tiene los elementos esenciales para sustentar vida, como la presencia de compuestos químicos y estructuras adecuadas.
Además, la NASA planea avanzar en la exploración con tecnologías más sofisticadas:
Estos proyectos, combinados con estudios en otros destinos del sistema solar, están formando un mapa más completo sobre las condiciones necesarias para que la vida exista.
La búsqueda de vida más allá de la Tierra enfrenta retos significativos que requieren soluciones innovadoras. Uno de los desafíos clave es perforar la capa de hielo en Europa para acceder a su océano subterráneo.
Actualmente, el radar de la misión Europa Clipper ayudará a determinar el grosor de esta capa, un paso crucial antes de desarrollar la tecnología adecuada para taladrarla.
Otras misiones incluyen avances en la exploración robótica:
Livesay también destaca la importancia de la colaboración internacional. Recientemente, la NASA renovó un acuerdo con España para fortalecer la Red del Espacio Profundo de Madrid.
Esta estación, clave para misiones como la Voyager 1, ha demostrado ser esencial en la comunicación con naves espaciales que exploran los límites del sistema solar.
Las misiones no tripuladas, combinadas con tecnologías avanzadas, están sentando las bases para futuras exploraciones humanas, especialmente en Marte y otros destinos que podrían albergar vida.