La naturaleza de España esconde rincones únicos. Es en Aragón donde encontramos algunos de ellos, concretamente en la provincia de Teruel. Aquí se pueden visitar algunos de los pueblos más altos del país como, por ejemplo, Valdelinares, situado a 1.695 metros sobre el nivel del mar, con preciosas cascadas y un increíble entorno.
El municipio de turolense de Oliete es uno de los más sorprendentes de Teruel. Está situado en pleno corazón del Parque Cultural del Río Martín y es aquí donde podemos conocer un lugar espectacular como es el caso de la Sima de San Pedro.
Es un pozo de origen kárstico que cuenta con 80 metros de diámetro y 86 de profundidad, a los que se suman los 22 metros del lago que se encuentra en su interior. Se trata de una formación que se da en un oasis árido de la sierra de Arcos.
En su interior existe un increíble ecosistema propio con más de 25 especies de vertebrados diferentes, entre los que destacan importantes colonias de murciélagos. Para poder llegar hasta la Sima de San Pedro debemos coger la carretera A-1401 que une Ariño con Oliete. Esta pista se puede hacer tanto andando como en coche. La ruta desde este punto tiene un recorrido de 2,5 kilómetros de ida.
Situado a los pies de la sierra de San Just se encuentra esta pequeña localidad de poco más de 300 habitantes. Además de la Sima de San Pedro, en sus calles se puede visitar otras joyas como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Este edificio data del siglo XVIII y en su interior están las pinturas del artista Alejandro Cañada.
Además, en su casco urbano se esconden algunos edificios renacentistas importantes como, por ejemplo, la casa de la ‘Donjuana’. En Oliete también destacan las tres ermitas: la de la Virgen del Cantal (finales del siglo XVII), la de San Bartolomé (de finales del siglo XVII) y la de San Pedro.
En este pueblo de Teruel también resaltan unos yacimientos ibéricos preciosos, como es el Palomar y el asentamiento fortificado de San Pedro de los Griegos.