Una Navidad en Almería sin Bar Casa Puga no sería la misma. El establecimiento con más solera de la ciudad ha vuelto a abrir sus puertas este miércoles tras dos meses cerrado para acometer una reforma en sus instalaciones. Las tapas de jamón, embutidos, champiñones y las raciones de gambas rebozadas o cazón en adobo, alguno de sus platos más típicos, están de nuevo en marcha en una barra que cuenta con más de 154 años de historia. El o bispo de la Diócesis de Almería , Antonio Gómez Cantero, ha sido el encargado de bendecir las instalaciones, durante el desarrollo de un acto íntimo reservado al equipo de Casa Puga y quienes han llevado a cabo la rehabilitación. Bar Casa Puga se encuentra en el centro de la ciudad, muy cerca de la Plaza Vieja, en la calle Jovellanos. Por aquí han pasado conocidos políticos, toreros, actores, cantantes y otros artistas que siguen decorando con las fotografías testigo de su paso las paredes de este tradicional local. Se trata el auténtico bar de tapas almeriense, cuya fama trasciende más allá de las fronteras provinciales, y se convierte en un punto de encuentro para autóctonos y visitantes. Casa Puga ha vuelto a abrir las puertas, en su horario habitual, después de dos meses de obras de rehabilitación. Los trabajos se han llevado a cabo en todo el establecimiento, de manera especial en cocina, baños y el interior de la barra, con el objetivo de actualizar las instalaciones sin cambiar nada de su esencia. Los azulejos andaluces se retiraron a mano, uno a uno, con mucho cuidado. Después de restaurarlos se han vuelto a colocar en el mismo sitio de siempre. Igual ha sucedido con la barra de mármol blanco, que después de repararla y pulirla ha vuelto a su sitio con anécdota incluida. «Es tradición que los camareros anoten sus comandas a lápiz en ella , pero se restauró con tanto esmero que el grafito patinaba en la superficie. Aunque, el problema está resuelto, ya que un nuevo tratamiento permitirá que se mantenga la costumbre», han explicado. Tampoco se echarán en falta ni una sola de las botellas antiguas que decoran el local desde hace décadas, ni ninguno de los cuadros donde podemos ver a famosos, conocidos y habituales de esta taberna a lo largo de su historia. Casa Puga ahora está como nueva y como siempre, la dirección se ha encargado de que nada cambie, porque su éxito es ser siempre el mismo sitio. «En la barra se acumularán las cañas de cerveza y los chatos de vino de Albondón. La gente se distribuirá como siempre por capas. Una, dos, tres, cuatro, ... Las que sean necesarias desde la barra hasta la acera, ya en la calle», señalan desde el bar. Las obras de mejora en el establecimiento continuarán con la rehabilitación de la fachada , respetando toda la estructura y elementos tradicionales para que el Puga siga siendo uno de los tres monumentos de Almería: 'la Alcazaba, la Catedral y Casa Puga'. El arquitecto Manuel Zurita, que ya acometió la reforma del Hotel Catedral , está a cargo del proyecto. Esta apuesta de Servicios Hoteleros la Catedral por la taberna más antigua de Almería tiene como objetivo garantizar que nada cambie dentro y fuera de uno de los bares más legendarios de toda Andalucía durante las próximas décadas.
