China y Perú fortalecen sus lazos con un ambicioso plan que podría posicionar al país sudamericano como un centro automotor regional. Durante la visita oficial de la presidenta Dina Boluarte a China, realizada en junio de 2024, la mandataria extendió una invitación formal a BYD, gigante mundial en la fabricación de vehículos eléctricos, para establecer una planta de ensamblaje en territorio peruano. La propuesta tiene como eje central el megapuerto de Chancay, financiado por la firma china Cosco Shipping Ports e inaugurado en noviembre pasado.
Esta planta de ensamblaje de BYD en Perú no solo sería un paso importante en la expansión global de la compañía, que ya tiene proyectos en Brasil y México, sino que también impulsaría la economía peruana. Según señaló en su momento el excanciller Javier González-Olaechea, BYD mostró interés en evaluar la posibilidad de establecer operaciones en el país.
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El interés de BYD por Perú está respaldado por las sólidas relaciones comerciales entre ambos países, fortalecidas por el Tratado de Libre Comercio firmado en 2010. Este acuerdo elimina aranceles, promueve la seguridad jurídica y facilita las inversiones extranjeras. En este contexto, el megaproyecto en Chancay se posiciona como un atractivo inigualable. Con una inversión estimada de 3.000 millones de dólares, el puerto permitirá recibir grandes embarcaciones y conectar de manera eficiente Sudamérica con Asia.
Raúl Pérez Reyes, ministro de Transporte y Comunicaciones, subrayó que el gobierno peruano busca reemplazar el transporte público tradicional por vehículos eléctricos, lo que podría ser un incentivo adicional para BYD. Además, se trabaja en un proyecto de ley para eliminar impuestos sobre la importación de este tipo de vehículos, en línea con los objetivos de sostenibilidad del país.
Perú ofrece ventajas únicas, como su ubicación estratégica en el Pacífico y una zona económica especial en torno al puerto de Chancay. José Arista, ministro de Economía y Finanzas, destacó que esta región se transformará en un centro logístico y de manufactura que podría abastecer a toda América Latina. Además, la rica disponibilidad de cobre y litio, esenciales para las baterías de vehículos eléctricos, añade un atractivo adicional.
En el marco de la visita de Boluarte a China, el gobierno reafirmó su compromiso con la inversión privada, garantizando estabilidad política y económica. Este entorno favorable podría consolidar a Perú como un nodo crucial en la expansión global de BYD y el desarrollo de la industria automotriz en la región.
