El mercado de fusiones y adquisiciones (M&A, por su referencia en inglés) argentino ha evidenciado una leve caída en 2024 respecto a años anteriores. El nuevo panorama económico-político del país muestra una dinámica particular que atraviesan las empresas: existe poca participación de compradores extranjeros, excepto por aquellos sectores estratégicos, como la actividad minera y petróleo y gas. Bajo este nuevo escenario macroeconómico los protagonistas del mercado son mayormente actores locales.
El nivel de actividad en el mercado de M&A argentino no es fortuito. Factores como la incertidumbre política y financiera característica de la primera mitad del año probablemente disuadieron a ciertos inversores a tomar decisiones estratégicas durante ese período.
A partir del segundo semestre de 2024, la perspectiva comenzó a cambiar, favorecida por una inflación a la baja, tipo de cambio estable, política fiscal estricta, superávit primario, acompañado del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones, entre otros factores. Según las estimaciones preliminares que elaboramos en F&G / Finanzas & Gestión, 2024 podría cerrar con aproximadamente 80 operaciones, manteniendo la tendencia de baja actividad de los últimos 5 años.
En minería, por ejemplo, proyectos vinculados al litio y otros minerales críticos han captado la atención de inversores extranjeros gracias a la creciente demanda mundial por la transición energética. De manera similar, el sector de hidrocarburos sigue ofreciendo oportunidades, especialmente en Vaca Muerta, una de las mayores reservas de shale gas y petróleo del mundo, aunque el mayor movimiento se dio lógicamente en áreas convencionales.
En este contexto de actividad restringida, las empresas argentinas asumieron un rol central en el mercado de M&A. Muchas compañías locales, especialmente aquellas con posiciones financieras sólidas, están aprovechando las oportunidades que ofrece el entorno actual para realizar adquisiciones estratégicas a precios competitivos. Estos compradores locales suelen pertenecer al mismo sector de los activos adquiridos, lo que les permite expandir su presencia en el mercado, generar sinergias y promover ventajas competitivas.
Esta tendencia no solo refleja su capacidad de adaptación, sino también su conocimiento profundo del contexto local, lo que les da una ventaja frente a posibles inversores extranjeros. Otro actor relevante en este mercado son los grupos internacionales que ya operan en Argentina. Muchas de estas empresas, tras años de acumulación de caja local debido a restricciones para girar divisas al exterior, ven en las adquisiciones una oportunidad estratégica para reinvertir esos fondos. Este enfoque no solo les permite optimizar sus recursos, sino también fortalecer su posición competitiva en el mercado argentino.
Aunque el mercado de M&A en Argentina sigue enfrentando múltiples desafíos, las oportunidades pueden estar presentes para quienes sepan identificar y capitalizar las dinámicas locales. Los sectores estratégicos continúan siendo atractivos para la inversión extranjera, mientras que los actores locales han demostrado ser los principales motores de la actividad.
A medida que las condiciones económicas evolucionen, podría esperarse un repunte gradual en la actividad, especialmente si se logra mayor estabilidad macroeconómica y confianza en el mediano plazo. En conclusión, aunque la actividad está lejos de niveles históricos, las fusiones y adquisiciones en Argentina reflejan una resiliencia notable, impulsada por actores que entienden las particularidades del país y están dispuestos a tomar riesgos calculados para crecer en sus respectivas industrias.
