El próximo domingo, el Estadio Santiago Bernabéu será testigo de un momento histórico: la despedida de Jesús Navas, quien cuelga las botas a los 39 años tras una carrera marcada por los éxitos, la humildad y, sobre todo, el sevillismo. Después de casi dos décadas de fútbol profesional, el extremo sevillano pone fin a una trayectoria que ha rebosado emoción en cada partido, dejando una huella imborrable tanto en el Sevilla Fútbol Club como en la selección española.
La historia de Navas comenzó en 2003, cuando debutó en el primer equipo del Sevilla en un partido contra el RCD Espanyol. Aquel día, en el minuto 78, Joaquín Caparrós le brindó la oportunidad de saltar al campo, marcando el inicio de una carrera que lo llevaría a lo más alto del fútbol europeo. Desde entonces, su conexión con el Sevilla nunca se rompió, convirtiéndose en uno de los íconos más grandes del club y del fútbol español.
Con motivo de su retirada, Joaquín Caparrós, su primer gran mentor, fue entrevistado en el programa La Tribu de Radio MARCA. El entrenador, nacido en Utrera, aprovechó la ocasión para rendir homenaje a la figura de Navas, no solo por su impresionante palmarés, sino también por su calidad humana.
Caparrós, que vio crecer a Navas desde sus primeros pasos en el primer equipo, no escatimó en elogios hacia el futbolista: "Independientemente de los títulos, siempre ha tenido un gran comportamiento. A nivel de sevillismo y con su selección, lo ha logrado todo. Es para estar orgulloso de él, pero, ante todo, recalco su calidad humana. Es un referente 100%".
El sevillista ha sido mucho más que un jugador talentoso: su humildad y trabajo en equipo lo convirtieron en un líder natural. "Ha vivido pegado a un balón. Es un chico muy inquieto y nervioso... el primero que llegaba y el último que se iba. Sin ser muy hablador, ha conseguido ser un líder a raíz de ganarse credibilidad en el campo", explicó Caparrós, destacando la personalidad y el esfuerzo incansable de Navas dentro y fuera del terreno de juego.
La entrevista también tocó un tema controvertido: la ruptura de relaciones con el Real Betis, que, aunque ha marcado la historia reciente del fútbol sevillano, es algo que, según Caparrós, debe quedar "en el campo". En relación con las tensiones derivadas de los derbis sevillanos, el exentrenador sevillista opinó: "Las cosas del fútbol se deben quedar en el campo. No hay justificante en este caso por haber perdido un derbi más. Denunciaron un hecho a las 48 horas... una vez más, el Betis se equivoca y también lo hace el Comité. Insisto, creo que las cosas del campo se deben quedar en el campo y, una vez más, el Betis no ha estado al nivel de la institución".
Con esta declaración, Caparrós defendió la postura de Navas y reiteró que, en su opinión, la rivalidad en el fútbol debe resolverse en el campo, sin que trascienda a los aspectos personales o institucionales.
Ante la posibilidad de que la relación entre los dos clubes de la ciudad quede marcada por la polémica, Caparrós se mostró optimista, aunque también realista: "Yo creo que esto pasará con el tiempo, pero eso es un tema del club. Sevilla es una ciudad distinta, dual en todo menos en la Cabalgata de los Reyes Magos. Insisto en que creo que se han equivocado y que hasta sus aficionados se lo han dicho al presidente del Betis". A pesar de las diferencias, el entrenador confía en que con el paso de los años, la relación entre los aficionados de ambos equipos se suavice.
El adiós de Jesús Navas a los terrenos de juego representa la culminación de una carrera ejemplar. Desde su debut en 2003 hasta su última temporada en la élite, Navas ha sido sinónimo de trabajo, dedicación y compromiso, no solo con el Sevilla Fútbol Club, sino con la selección española, con la que conquistó la Copa del Mundo en 2010 y la Eurocopa en 2008 y 2012.
Su legado va más allá de los títulos ganados, que incluyen la Europa League, La Liga y la Supercopa de Europa. Navas ha dejado una huella indeleble en el corazón de los sevillistas, quienes lo consideran un símbolo del sevillismo puro. El extremo ha sido un ejemplo para generaciones de futbolistas, demostrando que la verdadera grandeza radica en la humildad, la profesionalidad y el amor por los colores que uno defiende.
Este domingo, cuando el Santiago Bernabéu acoja su último partido, Navas se despedirá de la afición, dejando un vacío difícil de llenar, pero también un legado que permanecerá en el club y en la historia del fútbol español para siempre.
