La junta directiva del Ateneo de Sevilla , liderada por Emilio A. Boja Malavé , ha acordado solicitar formalmente al Ayuntamiento de Sevilla la Medalla de la ciudad para el ateneísta Manuel Navarro Palacios , jurista y cofrade fallecido el pasado mes de agosto. Esta pretensión ya ha sido respaldada por más de un centenar de destacadas personalidades y entidades que han considerado justa esta solicitud. Aparte su huella como ateneísta, Navarro Palacios destacó en su prestigiosa trayectoria jurídica iniciada como abogado del Estado . En sus primeros destinos, su rastro profesional dejó una impronta de sevillano excepcional llegando a ser presidente de la Caja de Ahorros de Jerez y vicepresidente nacional de Cajas de Ahorro. Pero sin duda fue lo más relevante, una vez de regreso a su añorada collación de San Isidoro, asumir el reto de levantar la compleja arquitectura legal de la Exposición del 92 y de las posteriores Sociedad de Activos y Cartuja 93 , en las que también llegó a ser secretario general y consejero, revalidando sus altos conocimientos de la Administración Pública puestos al servicio de su ciudad. Fue maestro de varias generaciones de brillantes opositores y actuales especialistas en esta rama del derecho y firmó numerosas publicaciones técnicas en la materia. Comprometido con la Sevilla cultural fundó Juventudes Musicales y más adelante el colectivo Vicente Plural, tribuna de análisis y contribución cívica al futuro hispalense. Sería sin embargo su paralela dedicación a las cofradías y a la Iglesia de Sevilla las que le darían más popularidad, ostentando el cargo de hermano mayor de San Esteban y pronunciando entre otros pregones, el de la Semana Santa de 1987 . Finalmente, el Arzobispado lo reclamó para asesorar en su economía, integrarlo en su Patronato Benéfico de Casas Baratas y muy destacadamente en sus quince años como eficaz presidente de la Fundación Cardenal Spínola contra el Paro. Estas tareas le valieron la entrega de la Medalla Pro Ecclesia et Pontífice concedida por el Papa Francisco y entregada por el anterior arzobispo Monseñor Asenjo. Su fallecimiento el pasado verano ahonda en la necesidad de resaltar su ejemplo de amor a Sevilla y a los sevillanos y cómo puso a su servicio todo su excepcional talento. Esta solicitud a título póstumo brinda desde el Ateneo la posibilidad de sumarse a quienes así lo manifestaron por construir una iniciativa tan justa como merecida.
