El empresario Víctor de Aldama, presunto corruptor del 'caso Koldo', no ha jugado todas las cartas de su mano. Este lunes aportó una parte importante de las pruebas que posee para tratar de evidenciar la presunta trama corrupta que anidó en el Ministerio de Transportes durante el mandato del exministro José Luis Ábalos. El comisionista continuó disparando contra el exnúmero tres del Partido Socialista y su asesor, Koldo García, acusándoles de haber participado en el cobro de comisiones a cambio de adjudicar contratos del Ministerio a la compañía de Aldama.
Sin embargo, fuentes cercanas al empresario aseguran que esto "solo acaba de empezar", y advierten que Aldama aportará nuevas pruebas en las próximas comparecencias ante el juez que, según su entorno, probarán que la corrupción afectó a varios ministerios y a varios ministros.
Desde el entorno de Aldama aseguran que la clave no son las pruebas conocidas, sino las que aún están por conocerse. Primero por el secreto de sumario, que no se levantará hasta finales de enero —previsiblemente—.
Las fuentes consultadas advierten que el volcado de los teléfonos móviles de los principales investigados —cuyo contenido aún se desconoce— supondrá un antes y un después: los datos, según sostienen, afectarán a varios ministerios y podrían suponer la imputación de altos cargos del Ejecutivo, incluidos ministros.
Y en segundo lugar, por las pruebas que seguirá aportando Aldama. Hasta ahora, ha facilitado el papel en el que, presuntamente, Koldo García apuntaba adjudicaciones amañadas que concedía el Ministerio.
Según el actual titular de Transportes, Óscar Puente, de las seis obras apuntadas en el papel, una no se ha licitado, otra se tramitó cuando Ábalos ya no dirigía en el Ministerio, y justifica la adjudicación de las otras cuatro porque tres representaban la oferta más baja y otra tuvo la mejor puntuación técnica.
El entorno de Aldama afirma también que la intención del empresario es continuar "destapando" todo lo que sucedió en el seno de Transportes y del resto de departamentos gubernamentales. Sin embargo, no quieren dar más pistas sobre qué tipo de documentos aportará Aldama.
Se limitan a señalar que, entre los documentos que aporte el empresario y las averiguaciones de la UCO, el caso adquirirá una magnitud mucho mayor de la actual, pero prefieren que sean las autoridades judiciales las primeras en conocer dichas pruebas.
Aldama reiteró en su declaración de este lunes que tanto Koldo como Ábalos cobraron comisiones. Añadió que parte de ellas, según le dijeron ambos, eran para el PSOE, aunque no aportó prueba que confirmase dicha afirmación. Cifró la cantidad de las comisiones entre los tres y cuatro millones de euros por todas las operaciones.
250.000 euros para el exministro y casi medio millón para el exasesor. También insistió en el pago de 15.000 euros al actual secretario de organización socialista, Santos Cerdán, en un local en frente de Ferraz; pero tampoco aportó documento alguno que respaldase dicha acusación.
En su declaración en la Audiencia Nacional sugirió que se revisasen las cámaras situadas en el bar en frente de la sede del PSOE en Madrid.
El empresario culminó su declaración con una serie de pantallazos que probarían el pago de comisiones por las obras licitadas desde el Ministerio de Transportes.