Más de medio millar de agentes de la Unidad de Protección y Seguridad (UPROSE) de la Guardia Civil no tienen chalecos antibalas. Una situación que deja vulnerables a los efectivos que tienen que lidiar con los presos más peligrosos o con los delicados traslados diarios de detenidos. ¿Cómo se ha llegado a esta circunstancia?. La respuesta está en el retraso de las licitaciones. Para los Independientes de la Guardia Civil (IGC) esta cuestión debe ser una "prioridad" y se debe abordar "sin excusas".
Esta unidad, que tiene millares de agentes en sus filas y representa el 3% de la plantilla del Instituto Armado, se encarga de labores tan complejas como proporcionar seguridad en las embajadas o en ministerios. También deben dar traslado a los presos o la delicada vigilancia en el transporte de fondos del Banco de España.
Para realizar sus labores diarias cuenta con la carencia fundamental de los chalecos antibalas. Una problemática que es de sobra conocida en el Cuerpo y que se repite en muchas unidades. Sin embargo, cada año se producen licitaciones de este equipamiento pero no son suficientes. El retraso en hacerse efectivas también supone un obstáculo para los funcionarios.
La semana pasada, en concreto el 13 de diciembre, los Independientes de la Guardia Civil (IGC) mantuvieron una reunión con la Jefatura de UPROSE. En este encuentro, los representantes de los agentes recibieron la información de que no había chalecos antibalas para todo el personal pero que se habían solicitado y estaban a la espera de su recepción por parte de la Dirección General de la Guardia Civil. Los mandos llegaron a reconocer que se necesitan 584 de estas unidades.
Estos problemas en la entrega de este importante material de seguridad radican principalmente en la lentitud de los procesos de adquisición y en la falta de previsión por parte de la Dirección General. Desde IGC, en palabras de su portavoz Daniel Fernández, consideran que “la adjudicación de chalecos para la totalidad de los agentes debe ser una prioridad en la que no hay cabida ningún tipo de excusa". "Sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos tiempos se ha constatado una creciente pérdida del principio de autoridad, y encontrándonos en un nivel de alerta antiterrorista de nivel IV (alto)", afirma.
Otra de las dificultades que se están encontrando los agentes es que el personal femenino que se encuentra realizando las prácticas para superar el proceso formativo y convertirse en guardias civiles profesionales, no disponen de chalecos ajustados a las tallas requeridas. Una complicación que está en trámite de resolución.
No es el único problema al que deben enfrentarse los agentes de UPROSE. Otra de sus batallas es la cuantía económica que reciben en concepto de dieta por sus continuos desplazamientos por todo el territorio nacional. Buenas prueba de ello es que esta es la unidad de la Guardia Civil que más dietas genera. Unas dietas que llevan más de veinte años sin actualizarse.
Para contextualizar la difícil situación, un guardia civil que tenga que ausentarse de su localidad de destino recibe una dieta diaria de 77,13 euros, (48,92 euros para alojamiento y 28,21 euros para manutención diaria). "Lo que hace que en muchas ocasiones los agentes tengan que poner dinero de su bolsillo por trabajar fuera de su localidad de destino", lamentan desde esta asociación que representa a los trabajadores.
La falta de los chalecos no es el único equipamiento que estos agentes añoran en sus servicios. También tienen carencias de las "ansiadas pistolas eléctricas incapacitantes", que favorecerían una respuesta no letal para neutralizar una amenaza grave para el ciudadano y el propio agente. Otras de sus reivindicaciones son las cámaras personales para garantizar la seguridad durante una intervención.
Durante la reunión con los representantes de la asociaciones, la Jefatura de UPROSE también reconoció que tenían un problema de catálogo y deberían estar a un 90% de potencial de servicio para poder realizar menos dobles turnos. Esta circunstancia limita mucho los cuadrante que garanticen el cumplimiento de los servicios encomendados.
No todo fueron malas noticias durante este encuentro. Uno de los mandos de la unidad desveló que en 2025 los agentes recibirán un aumento de productividad por día de servicio realizados en Banco de España y Casa de la Moneda. Pasarán a percibir de 35 a 40 euros en 2025 y de 40 a 45 euros en 2026.
Además, se corroboró que los vehículos actuales se ajustan a las medidas de seguridad vigentes y todos pasan la ITV satisfactoriamente. En este sentido, se han peticionado un mínimo de ocho furgonetas de personal para la realización de servicios de escoltas.