Con problemas de visibilidad a 3.000 metros, y en algunas islas a los 1.000, temperaturas en ascenso y problemas derivados de las partículas en suspensión, Canarias se enfrenta a un episodio de ' supercalima ', una masa de aire cargada de polvo del Sahara tras el paso de la borrasca Dorothea . Todas las islas están en aviso amarillo por este frente de polvo sahariano, que en el caso de Lanzarote y Fuerteventura ha llegado a los niveles de la supercalima de 2020. Se prevé que este episodio se mantenga durante toda la jornada del miércoles, al menos, según los cálculos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). En momentos puntuales, las partículas de polvo en suspensión llevarán a que en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria no se pueda ver en el horizonte más allá de 1.000 metros. La 'supercalima' ha llevado aparejada problemas por la calidad del aire , que en Lanzarote esta mañana ayer martes era extremadamente desfavorable, tanto por concentración de partículas PM2,5 (de menos de 2,5 milésimas de milímetro de diámetro), como de partículas PM10 (de entre 2,5 y 10 milésimas de milímetro). Además, este lunes se llegó en Puerto de la Cruz (Tenerife) a 31.2 ºC, que aunque no es el récord de diciembre, que se mantiene en 2010 cuando se registraron 32.2 ºC, ha sido un nivel extraordinario es que midió a primera hora de la mañana. De madrugada no bajó de 29 ºC, pero la mínima fue de 23.8 ºC a las 23:30 horas, su récord de mínima más alta. El récord de calima en las islas se registró en 2020, de acuerdo a un estudio del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA), que obligó a cerrar los aeropuertos en Canarias durante dos días y provocó un incendio forestal en Gran Canaria.
