La incorporación cerca de 10.000 soldados norcoreanos a las filas del ejército ruso hace unas semanas fue uno de los elementos que marcaron la entrada del conflicto en una nueva fase, provocando la respuesta de Estados Unidos, que decidió dar luz verde Ucrania para usar los misiles de largo alcance ATACMS contra territorio ruso.
Aunque el despliegue de estos efectivos no ha sido oficialmente confirmado ni por Corea del Norte, ni por Rusia, se considera que es una de las consecuencias del pacto de asociación estratégica que Vladímir Putin y Kim Jong Un firmaron en junio. De hecho, ya hay constancia de su participación en varias ofensivas. El pasado sábado, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que las tropas norcoreanas ya habían comenzado a combatir junto a las de Moscú en la región rusa de Kursk, para tratar de repeler a los ucranianos.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Patrick Ryder, ha confirmado que los norcoreanos han sufrido bajas "tanto muertos como heridos", aunque reconoció que por el momento no tiene "cifras específicas que proporcionar". De igual manera, Ryder quiso recordar que la posición de Washington es que "esas fuerzas son objetivos militares legítimos para los ucranianos, dado que participan en operaciones de combate activas".
En los últimos días, ha trascendido que Ucrania está llevando a cabo una iniciativa para tratar de disuadir a los soldados enviados por Corea del Norte, de luchar junto a los rusos. Según informa 'Euronews', los servicios de inteligencia ucranianos estarían distribuyendo videos y panfletos a través de drones, con el fin de animar a los norcoreanos a desertar.
Iniciativa que se enmarca en el proyecto de "I want to live" ("Yo quiero vivir"), y que según Vitality Matvienko, portavoz del mismo, buscan ofrecer a los combatientes una alternativa a su hermético país de origen. En declaraciones al medio citado afirma: "No todo el mundo quiere luchar (...) conocemos muy bien las condiciones de vida en Corea del Norte. Por eso, muchos pueden verlo como una oportunidad de escapar del régimen e irse a otro país".
Aunque se encuentre vigente en la actualidad, el proyecto se creó en 2022 a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, en un principio dirigido a los soldados rusos, y de acuerdo con 'Euronews' desde entonces se estima que cerca 350 efectivos se han rendido.