Muchos recordarán la icónica palma que a lo largo de un siglo ocupó la Glorieta de Paseo de la Reforma, la cual tuvo que ser sustituida en 2022 por un ahuehuete que aún sigue adaptándose a su nuevo hogar. La presencia de hongos fue el mal que motivó este cambio y es justamente la razón por la que las palmeras en CDMX están muriendo.
Provenientes de España, las palmas canarias fueron introducidas en la década de los 40 para formar parte del paisaje de camellones, glorietas y avenidas de la capital, pero desde hace 12 años se marchitan y mueren sin remedio. Así lo reveló una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Tienen un problema de contaminación por hongos. Recién se ha encontrado en México uno llamado Nalanthamala vermoesenii, causante de una enfermedad llamada “pudrición rosada”. Ya se habían reportado casos de este tipo en Islas Canarias, de donde son originarias”, explicó Hibraim Adán Pérez Mendoza, jefe de la División de Investigación y Posgrado de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.
De acuerdo con el especialista, además de este hongo, se han identificado a otros once como los responsables de la muerte de estos organismos, afectando principalmente a ejemplares ubicados en colonias como Lomas de Chapultepec, Polanco, Lindavista, Del Valle y Jardín Balbuena.
Pérez Mendoza explicó que esta enfermedad llega prácticamente como cualquier otra: a través de un patógeno a partir del cual se infectan diferentes ejemplares, en este caso por las esporas que se dispersan con el viento. “Entre más cercanos estén los individuos, es más probable el contagio.”
Indicó que esta especie de palmera es susceptible a enfermarse cuando está estresada fisiológicamente, ya sea porque la temperatura es muy alta y ha perdido agua, o porque los patrones de lluvia no ocurren de manera continua, lo que provoca que no pueda hidratarse de la raíz al ápice.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), en 2011 se detectó la primera muerte de una palma en México por este hongo.
Hasta septiembre de 2022, como parte del “Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras de la Ciudad de México”, se había dado atención a 4 mil 562 palmeras mediante podas fitosanitarias y se habían retirado 440 palmeras muertas en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc y Coyoacán.
Cabe mencionar que la muerte de palmeras por esta plaga no es una situación exclusiva de CDMX, pues también ocurre en otros países del mundo como es el caso de Bélgica, Australia, Inglaterra, Rusia y Estados Unidos.
El especialista destaca que una de las medidas tomadas para parar la infección, además de una vigilancia fitosanitaria permanente, es la tala para acabar con la enfermedad y evitar contaminar a individuos sanos.
“Si bien pueden morir algunos organismos icónicos, como la Palma de Reforma, debemos pensar en el bienestar general”, aseguró el investigador.
Para el doctor en Ciencias Biológicas de la UNAM, la muerte de estas plantas nos hace replantear la reforestación en la ciudad, por lo que, en este sentido, propuso sembrar árboles que consuman menos agua y brinden distintos servicios ambientales.
“Se tiene que hacer con cuidado pensando en las condiciones atmosféricas de la Ciudad de México. Hay especies como las palmas canarias que, por más bonitas que sean, no dan los servicios que sí ofrecen otras plantas como los fresnos, ahuehuetes, encinos y un montón de variedades nativas muy bonitas y más acordes a la ciudad”, aseguró.
Con información de UNAM Global.
