La Costa Atlántica argentina es conocida por sus destinos populares, pero hay una localidad balnearia poco conocida que es el refugio ideal para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad.
Con sus playas tranquilas y un espíritu rural único, este lugar se convierte en la opción perfecta para disfrutar de unas vacaciones en familia, en contacto con la naturaleza y la tranquilidad del entorno.
El Balneario Los Ángeles es un pueblo mágico de la Costa Atlántica, que se caracteriza por sus amplias playas de arena gruesa, acantilados imponentes y plataformas rocosas que se adentran en el mar hasta 200 metros.
Este paraje natural alberga la legendaria Cueva del Tigre, un refugio que, según cuenta la historia, fue hogar del valiente Tigre del Quequén, un gaucho del siglo XIX que se escondió allí para escapar de las autoridades.
Este balneario se distingue por sus amplias playas de arena gruesa y acantilados imponentes ideal para disfrutar de unas vacaciones tranquilas. (Foto: Turismo Necochea)
Los Ángeles es el destino perfecto para aquellos que buscan tranquilidad y un estrecho contacto con la naturaleza, pero también ofrece una variedad de actividades al aire libre para disfrutar en familia:
Hacia el sur, se despliega el majestuoso Médano Blanco, un verdadero paraíso natural.
Además, al no contar con servicios turísticos formales, el balneario ofrece una experiencia auténtica de desconexión, ideal para quienes buscan escapar de la rutina y sumergirse en la belleza de la naturaleza.
Los Ángeles es un lugar ideal para quienes buscan paz y contacto con la naturaleza (Foto: Facebook Balneario Los Angeles)
El Balneario Los Ángeles está situado a 35 kilómetros al sudoeste del centro de Necochea. Para llegar desde CABA en auto, primero debés tomar la Ruta Provincial 2 hasta Coronel Vidal y luego continuar por la Ruta 55.
El acceso al balneario se realiza por un camino de tierra, que es apto para vehículos de tracción simple. No obstante, es recomendable tener precaución durante o después de días de lluvia, ya que el terreno puede volverse resbaladizo.
