El presidente argentino Javier Milei ha calificado al mandatario venezolano Nicolás Maduro de "dictador criminal" en un discurso reciente, en el que condenó el "secuestro ilegal" de un gendarme argentino. Este incidente ha generado una fuerte reacción del gobierno argentino, que exige la liberación inmediata del cabo primero Nahuel Gallo, detenido en Venezuela.
Gallo, de 33 años, fue arrestado por las fuerzas de seguridad venezolanas al ingresar al país desde Colombia, donde se dirigía a visitar a su pareja y su hijo. Milei, en un acto de egreso del Colegio Militar en Buenos Aires, enfatizó que el gendarme "fue detenido por las fuerzas de seguridad a cargo del dictador criminal Nicolás Maduro por el único delito de visitar a su pareja y su hijo". La situación ha escalado a un nivel diplomático, con el gobierno argentino dispuesto a agotar todas las vías para asegurar su regreso.
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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se pronunció sobre el tema, calificando la detención como "un acto casi de guerra". Este episodio ha llevado a la cancillería argentina a recomendar a sus ciudadanos evitar o posponer viajes a Venezuela, en medio de un clima de tensión entre ambos países.
El cabo primero Nahuel Gallo fue detenido en Venezuela tras ingresar desde Colombia, donde planeaba visitar a su pareja, María Gómez, y a su hijo, que cumplirá dos años en enero. La mujer ha estado en Puerto La Cruz, Venezuela, por razones personales desde hace siete meses y se comunicó por última vez con Gallo el 8 de diciembre. "Todos estamos angustiados", expresó Gómez a la prensa local.
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El canciller argentino, Gerardo Werthein, ha manifestado su preocupación por la situación, afirmando que este episodio "ya cruza todos los límites". Además, denunció que la embajada argentina en Caracas enfrenta serias dificultades, incluyendo la presencia de "francotiradores enfrente" y calles cortadas, lo que complica la situación de los colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, quienes se encuentran asilados en la sede diplomática.
Por su parte, el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, confirmó la detención de Gallo, insinuando que su visita tenía un propósito oculto. "¿Qué venía a hacer a Venezuela? (...) Venía a cumplir una misión", declaró en una rueda de prensa, lo que ha intensificado las tensiones entre ambos gobiernos.
La situación ha llevado a la cancillería argentina a condenar la "detención arbitraria e injustificada" de un empleado local de la embajada en Caracas, quien fue identificado como un chofer que realizaba labores en el edificio. Este clima de hostilidad ha llevado a Argentina a reforzar la seguridad de su embajada, que está custodiada por Brasil desde el 1 de agosto, tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
