El régimen de Nicolás Maduro declaró que el gendarme argentino, secuestrado en Venezuela, está siendo procesado por cargos de “terrorismo” que comprometen a Javier Milei, actual presidente de Argentina, y a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. Esta situación genera un nuevo capítulo en las tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela.
Yván Gil, canciller del régimen venezolano, afirmó que el gendarme argentino está vinculado a presuntos planes de conspiración. "Han cometido un grave error y han dejado innumerables pruebas físicas que los comprometen en un plan terrorista", indicó Gil, quien no ofreció detalles ni pruebas verificables de estas acusaciones.
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La situación en Venezuela generó un intercambio de acusaciones entre el gobierno de Maduro y figuras políticas de Argentina, tras el secuestro del gendarme argentino Facundo Molares Gallo. Según declaraciones difundidas en Telegram por el canciller venezolano, los políticos argentinos Milei y Bullrich intentaron introducir elementos violentos en Venezuela.
Desde Argentina, la ministra de Seguridad, Bullrich, calificó la situación como parte de una estrategia del gobierno de Maduro para "acumular prisioneros" y protegerse políticamente frente a su cuestionada legitimidad. En una entrevista, la ministra señaló que la dictadura chavista estaría utilizando a extranjeros, incluidos turistas, como rehenes para evitar consecuencias internacionales.
El conflicto también escaló en redes sociales, donde Bullrich lanzó una advertencia directa al régimen venezolano, señalando que deberá “atenerse a las consecuencias” si no se libera a Gallo. La situación sigue evolucionando en medio de crecientes tensiones diplomáticas y cuestionamientos sobre el respeto a los derechos humanos en el caso de Gallo.
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El presidente argentino Milei intensificó las tensiones diplomáticas con Venezuela al señalar a Maduro como un "dictador criminal" en relación con la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, de 33 años. Gallo fue arrestado al ingresar a Venezuela desde Colombia, supuestamente con el único propósito de visitar a su pareja y su hijo.
En un acto oficial en Buenos Aires, Milei denunció la situación como un "secuestro ilegal" y prometió utilizar todos los recursos disponibles para garantizar el regreso del cabo primero. Este incidente ha elevado las fricciones entre ambos gobiernos, avivando las críticas hacia el régimen venezolano por presuntas violaciones a los derechos humanos y un uso arbitrario de la fuerza.
