Las modas pasajeras predominan, están a la orden del día y ya es difícil hacerse viral. Sin embargo, cada cierto tiempo aparece un fenómeno que escapa a esta regla. Esta vez le ha tocado a los Sonny Angels y a los Labubus, muñecos que se han convertido en un fenómeno masivo debido a su popularidad entre la Generación Z, aunque no son pocos los millennials ni los boomers que han sucumbido a esta moda.
Primero los Sonny Angels, pequeños muñecos coleccionables de plástico en forma de querubines con gorritos de diferentes temáticas (fruta, animales, etc.), y después los Labubus, pequeños y monstruosos peluches de orejas puntiagudas, dientes prominentes y ojos saltones, llenan los estantes de cualquier bazar, tienda de figuritas y hasta de puestos callejeros.
El furor por estos muñecos ya ha llegado también a las plataformas de segunda mano, donde su demanda ha aumentado un 252% en los últimos meses, explican desde Milanuncios. Siendo más concretos, la demanda de Sonny Angels ha crecido un 207% de octubre a noviembre, mientras que las búsquedas de Labubus han notado un incremento del 856%. En la plataforma también podemos encontrar packs secretos de Sonny Angels cuyo precio oscila entre los 3 y los 50 euros, mientras que en el mercado de segunda mano el precio medio de los Labubus es de 36 euros.
Gracias a la popularidad que se han ganado en los últimos meses, cada vez es más difícil encontrar Sonny Angels y Labubus auténticos porque, o bien no los fabrican en grandes cantidades, o es literalmente imposible encontrarlos. Las falsificaciones son más baratas tanto para el comprador como para el que los vende, pues una figurita original especial puede rondar los 50 euros en el caso de los Sonny Angels y hasta los 100 para los Labubus. Por eso muchos optan por comprar una imitación de los verdaderos, ya que de media suelen costar entre 5 y 15 euros.
Sin embargo, a pesar de ser un bombazo reciente, la historia de los Sonny Angels se remonta hasta 2004, cuando el CEO de la empresa de juguetes Dreams, Toru Soeya, los creó, en un primer momento para “aportar alegría a las trabajadoras jóvenes japonesas”. No ha sido hasta 20 años después cuando se han vuelto virales, sobre todo desde que se les añadió una parte adhesiva para pegarlos en el móvil, ordenador, tablet, etc. Además, múltiples celebridades como Rosalía o Victoria Beckham también han jugado un papel importante en su viralidad al mostrarlos en sus móviles, hasta el ministro Óscar Puente lleva uno.
Por su parte, los Labubus son más jóvenes. Nacieron en 2015 a partir de una colaboración entre dos empresas de diseño: Pop Mart, una marca china especializada en figuras coleccionables, y Kasing Lung, un reconocido ilustrador de Hong Kong. Pero, al igual que con los querubines, no fue hasta que una cantante lo mostró que no se hizo viral. En este caso le tocó a Lisa, integrante del grupo de Kpop BlackPink, que apareció con uno de estos muñecos colgado de su bolso y desató la locura por estos peluches.
