La vicepresidenta Kamala Harris se encuentra en una encrucijada política, considerando la posibilidad de postularse para la gobernación de California en 2026, lo que podría descartar su candidatura presidencial en 2028. Sus asesores están divididos sobre la mejor estrategia a seguir, mientras la política estadounidense se prepara para una nueva contienda electoral.
La decisión de Harris no solo afecta su futuro político, sino que también podría influir en la dinámica de la carrera demócrata. Algunos de sus allegados creen que un regreso a la gobernación podría ser un paso atrás, mientras que otros consideran que podría fortalecer su posición para una futura candidatura presidencial.
Con una trayectoria política sólida en California, Harris ha sido elegida tres veces a nivel estatal y ha ocupado cargos importantes como fiscal general y senadora. Sin embargo, la presión de sus asesores y la incertidumbre sobre su viabilidad en una primaria competitiva la obligan a tomar decisiones cruciales en un corto plazo.
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Los principales asesores de Harris están divididos sobre si debería regresar a su estado natal para postularse a la gobernación. Algunos argumentan que su reciente éxito en la recaudación de fondos y su creciente popularidad podrían facilitar una nueva candidatura presidencial. Sin embargo, otros temen que una campaña más prolongada podría resultar en una derrota humillante, especialmente si se enfrenta a otros contendientes demócratas que ya han mostrado interés en 2028.
La carrera por la gobernación parece estar a su favor, ya que varios candidatos han indicado que se retirarían si ella decide postularse. Sin embargo, la mayoría de sus asesores coinciden en que no puede aspirar a ambos cargos simultáneamente, lo que la obliga a tomar una decisión clara antes del verano de 2025.
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Postularse para la gobernación podría ofrecer a Harris una plataforma poderosa, dado que California es la quinta economía más grande del mundo. Sin embargo, algunos analistas advierten que esto podría ser visto como un retroceso en su carrera política. La historia muestra que pocos han logrado regresar a la política nacional después de una derrota significativa, lo que añade presión a su decisión.
Además, la competencia interna en el Partido Demócrata podría complicar su camino. A medida que otros candidatos comienzan a posicionarse para la carrera presidencial, Harris podría enfrentar un desafío aún mayor si decide postularse nuevamente en 2028. La percepción de que su candidatura a la gobernación sería un "premio de consolación" podría afectar su imagen ante los votantes.
Harris ha mantenido un perfil bajo desde su discurso de concesión, lo que ha llevado a especulaciones sobre sus intenciones. Aunque ha expresado que "no se irá en silencio", su falta de claridad sobre el futuro ha generado dudas entre sus seguidores. Algunos sugieren que podría optar por una carrera menos pública, como escribir un libro o dirigir una organización, en lugar de lanzarse nuevamente a la arena política.
La historia política de Estados Unidos muestra que los caminos hacia la presidencia son complejos y a menudo impredecibles. Harris, al igual que otros líderes, debe navegar por un paisaje político en constante cambio, donde las decisiones que tome en los próximos meses podrían definir su legado.
