La secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia, la directora del Hub de Innovación Digital de Acciona, y la CEO de la empresa del CSIC Atenea Biotech han participado en la redacción de elDiario.es en un diálogo organizado en colaboración con Acciona para hablar de avances y retos
Más de la mitad de las científicas ha sufrido ataques tras salir en los medios: “La mayoría eran insultos a mi físico”
Una innovación sin mujeres es una innovación insuficiente: aunque las cosas han evolucionado mucho, queda también mucho por hacer en el sector de la Innovación, clave para la economía y la sociedad. Es una de las conclusiones a las que han llegado las participantes en el coloquio organizado en la redacción por elDiario.es en colaboración con Acciona. La secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Teresa Riesgo, la investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del CSIC, y CEO de la empresa de base tecnológica de ese mismo organismo Atenea Biotech, Nuria Campillo, y la directora del Hub de Innovación Digital de Acciona, Carmen Camuñas, han dialogado sobre algunas de las medidas que hacen falta para avanzar.
Una de ellas: aportar más mujeres referentes a las niñas y niños, sacar de la invisibilidad a científicas e investigadoras que fueron claves pero que han caído en el olvido, desde Ada Lovelace a Hedy Lamarr. “Muchas de las iniciativas que se están haciendo son charlas en secundaria y en bachiller. Yo creo que eso es llegar tarde, muy tarde. Tenemos que hacer más hincapié en primaria. Es bueno que vean que las mujeres también trabajamos en innovación, en ingeniería”, ha dicho Carmen Camuñas, de Acciona, que ha insistido en “promover la inquietud” desde la infancia y repensar la manera en la que se transmite la innovación en colegios e institutos.
Los estereotipos y los roles de género también siguen siendo una rémora para la igualdad en la innovación. Las niñas, apuntó la secretaria general de Innovación, empiezan a sentir inseguridad a los cinco o seis años, y la ambición es una cualidad bien vista en los hombres pero que aún penaliza a las mujeres. Teresa Riesgo ha alertado sobre los “discursos de odio” hacia las personas que divulgan ciencia e innovación y que desincentivan la participación y la exposición pública. “Además, cuando esas personas son mujeres, lo que ocurre es que el discurso de odio se convierte ya en un insulto y una amenaza de tal calibre en el ámbito personal que muchas de ellas dicen 'yo me quito de aquí en medio'”, ha añadido.
El desigual reparto de tareas de cuidados influye en cómo son las carreras de mujeres y hombres, también en este sector. La investigadora del CSIC Nuria Campillo hablaba del “gráfico de tijeras” que sigue sin cambiar significativamente en los últimos años: “El número de predoctorales y posdoctorales mujeres y hombres es prácticamente igual, incluso en mujeres es un poquito más. Pero luego, cuando ya pasamos a la escala estable de científicos e investigadores, la tijera se abre por completo”. Es decir, conforme avanzamos en la escala de puestos y responsabilidades, los hombres aumentan y las mujeres disminuyen o desaparecen. Campillo ha explicado que lo mismo sucede con los titulares de patentes. Si bien ahora hay más mujeres que antes, ellas siguen representante alrededor del 20% de titulares.
En ese sentido, la directora del Hub de Innovación Digital de Acciona, Carmen Camuñas, ha explicado que el programa 50/50 de su empresa busca precisamente analizar los puestos de trabajo que están muy masculinizados para cambiar y “atraer el talento de las mujeres”. “De hecho, cada vez vemos muchísimas más mujeres en puestos de ingeniería, y antes era imposible ver a mujeres dirigiendo proyectos de grandes magnitudes”, ha asegurado.
En la conversaciones han aparecido también algunos datos. Por ejemplo, que el 80% de las nuevas empresas startups que se crean en España y en Europa están fundadas por hombres y el 20% por mujeres. “Es algo muy importante porque esas serán las empresas del futuro”, ha subrayadoTeresa Riesgo, que ha hablado de la “desconfianza” con la que los inversores siguen mirando a las mujeres. Nuria Campillo ha incidido en la misma cuestión al señalar que el tipo de preguntas que se hacen a las emprendedoras en las rondas de financiación se enfocan más en los “riesgos del proyecto” en lugar de en la proyección o el liderazgo, algo en lo que se hace énfasis en el caso de ellos.
